No somos tontos, ni hemos quedado viciados por el aire que respiramos de nuestra propia burbuja. Somos conocedores que este gobierno multicolor Inició su mandato casi a la par de la llegada de la covid-19 y sin lugar a dudas, fue la gran prueba para el Gobierno de coalición liderado por Luis Lacalle Pou, que en su frenético primer año mantuvo una popularidad de “luna de miel”. Ahora, transita cinco meses de aquel 1 de marzo de 2021 y comienza afrontar duras críticas por sus recortes presupuestarios, se ganó cientos de tirones de orejas por algunas descarriadas de sus allegados al poder.
Las encuestas de los últimos días muestran una importante caída en la aprobación de su gestión y vaya sorpresa entre los ministros una vez más se mantiene despegado del resto, solito, y marcando con pie derecho y firme, el ministro de salud pública Salinas.
Hoy en mi catrera, café de por medio escucho en la radio las voces de los paladines de la nueva era de los medios y aquellos salvatore de la “nueva política” que presume de nuevos mensajes y nuevas propuestas, echando una vez más la vista atrás para repetir el discurso de la “vieja política’ .
A usted mi amigo lector poco de esto tendré que hablar, más que yo, lo tiene presente. Aquella frescura con la que muchos comenzaron que se pierde en bellos y risueños palabrerios electorales, que apelaban a un cambio que supone, al menos en la estética de campaña, que hoy muy dócilmente vemos que era un giro de 360 grados en el que vuelve al mismo lugar del que parte. Parafraseando al protagonista de El Gatopardo, algo cambia para que todo siga igual.
Y a los hechos me remito, en el pasado un vicepresidente sin título , hoy una vicepresidente compró 2 bellos títulos firmados, valuados por casi 18 mil dólares y en plena crisis. ¿Alguien entiende está reacción? Una dama oriental lo entenderá, de repente que se yo .
Y así transcurre el gobierno con polémicas fatigantes, primero a cuenta de la investidura fallida y luego en una campaña electoral, que parece no cesar . Hace unas horitas sorpresa y media. El director nacional de Turismo, Martín Pérez Banchero, acusó al Ministro de Turismo Germán Cardoso se realizaron compras directas con empresas con las que discrepaban, "algunas de ellas con montos importantes, algunas de más de medio millón de dólares a una única empresa” parece que Cardoso decidió echarlo luego de que Banchero se negara a firmar compras directas por discrepar “ en la forma y en el fondo” .
Parece que lentamente este gobierno busca padecer el síndrome del “ pato cojo” fenómeno político consistente en la pérdida de apoyo que los gobiernos suelen tener de sus propios partidos y partidarios, y que deriva de que los políticos más cercanos empiezan a operar más en conformidad a las expectativas de gobierno futuras que a las del gobierno actual. Sin embargo, debemos detenernos por un instante y observar a nuestro alrededor por qué habría que advertir también la autoexclusión de los sectores sindicales que están dejando de participar de dichos espacios para no legitimarlos. Para entonces concluir, sin síndrome, que el pato está cojo.
Irineu José

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