Álvaro Irazoqui, director nacional de recursos acuáticos del MGAP, reunió a los representantes de todos los colectivos involucrados en la industria pesquera, con el objetivo de trazar “una hoja de ruta” para la actividad. “Los empresarios entienden que en las actuales condiciones, la pesca no es viable”, sostuvo el responsable de la Dinara.

De 55 barcos activos en la pesca uruguaya, 36 corresponden a la pesca costera. De ellos, solo tres están saliendo. “El resto están detenidos”, indicó. Como consecuencia, buena parte de los 3000 trabajadores del sector están inactivos, “cuando muchos de ellos no tienen suficientes jornales trabajados como para acceder al seguro de paro”.

La pesca costera se dedica, entre otras especies, a la corvina, principal producto que Uruguay coloca en el exterior.

En un contexto con precios internacionales deprimidos, el sector tiene severos problemas de costos. Irazoqui enumeró las obligaciones con BPS, DGI y seguros, así como el combustible, “que inciden en una ecuación de costos que los empresarios dicen no poder afrontar”, subrayó.

Otro de los inconvenientes pasa por una disminución de la zona de pesca, a partir de las zonas por donde están los tendidos de cable submarino, donde está prohibida la actividad.

Los actores involucrados en la industria pesquera serán convocados nuevamente para la semana próxima, donde Irazoqui espera tener “un paquete de medidas de parte del Poder Ejecutivo, que alivien los costos del sector”.

También se incluirá acceso a financiamiento en condiciones ventajosas, y un seguro de paro especial para aquellos trabajadores que no cumplen las condiciones para acogerse al subsidio en las condiciones habituales.