Ladrones que usan la moto como escudo y buscan mercancía fácil: qué se sabe de los robos pirañas en Montevideo

En las últimas semanas, varios episodios de los llamados “robos pirañas” han afectado a comercios de Montevideo. La modalidad se suele repetir: entre ocho y diez personas que llegan en motos,...

En las últimas semanas, varios episodios de los llamados “robos pirañas” han afectado a comercios de Montevideo. La modalidad se suele repetir: entre ocho y diez personas que llegan en motos, asaltan el lugar y se retiran a toda velocidad por lugares diferentes para evitar persecuciones policiales.

La Policía viene siguiendo el rastro de estas bandas delictivas desde hace varios meses e incluso el tema ya estaba instalado en la administración anterior, cuando aún la modalidad no era tan habitual.

La mayoría de las veces, los delincuentes apuestan por robar perfumes –más allá de que a veces se llevan otros elementos– dado que es un artículo fácil de guardar en bolsos y mochilas, además de que suelen estar a la vista en las farmacias.

La Policía sabe que esos perfumes luego se comercializan en ferias y, en menor medida, a través de algunas plataformas como Marketplace. Las autoridades tienen claro, además, que los delincuentes buscan vender lo robado de manera presencial para evitar que los investigadores de Ciberdelitos detecten los ofrecimientos a través del sitio de ventas de Facebook.

Uno de los puntos clave para entender la modalidad del robo piraña, que es parecida a la que ya sufrió Uruguay bajo el nombre “la banda de los perfumes”, es saber el “rol” que ocupan las motos.

La mayoría de los vehículos que se usan para este tipo de hurtos tienen matrículas clonadas, son robadas o se desechan luego de cometer el ilícito. En algunos casos, las autoridades siguen el trayecto de los delincuentes a través de las cámaras del Ministerio del Interior y, cuando llegan, se encuentran con las motos abandonadas, según dijeron fuentes policiales a El Observador.

Para las autoridades, la moto es una especie de escudo, dado que les permite a los ladrones huir en pocos minutos de la escena y es un vehículo que para robarlo o incluso comprarlo no se requiere de mayores esfuerzos.

Cabe aclarar que la mayoría de las motos que son usadas no superan los 125 centímetros cúbicos, por lo que no se consideran de “alta cilindrada”.

Una de las pocas consideraciones que tienen los ladrones antes de idear un robo piraña es tener un camino de escape de fácil acceso, es decir, por ejemplo no perpetrar un hurto que implique correr demasiado hasta llegar a la moto.

La Policía tiene identificado a varios de los delincuentes que actúan bajo esta modalidad y la mayoría de ellos son, como se dice en la jerga, de poca monta. En otras palabras, no es el perfil de un ladrón con mucha experiencia e incluso algunos carecen de antecedentes penales.

La Cámara de Comercio se reunió con el Ministerio del Interior semanas atrás y luego del 17 de junio prevé crear una comisión específica con el fin de llevar adelante medidas en conjunto.

Este tipo de iniciativas se enfocarán en buscar elementos que cooperen con el trabajo de la Policía, además tener elementos que dificulten que los hurtos se concreten.