Suicidio, un drama silencioso del que pocos quieren hablar.
En el mundo hay un suicidio cada 40 segundos: "Por cada caso consumado, hay 20 intentos"
La muerte voluntaria constituye un tabú desde tiempo inmemorial.En nuestro paìs se suicidan más hombres que mujeres, aunque ellas lo intentan más. Hay más suicidios en el interior que en Montevideo y las tasas son mayores entre los que tienen más de 65 años, pero los casos de jóvenes crecieron en los últimos años.
El suicidio es una situación colateral; alguien se quiere morir porque no quiere sufrir más, elige lo que cree que es un mal menor, sin contemplar otras opciones.
En Rocha siguen existiendo mitos en torno al suicidio que parecen dificultar su prevención.
Existen creencias falsas en nuestra sociedad en las que podemos visualizar las siguientes afirmacioens “el que habla de suicidarse nunca lo hace”, que “la mayoría de los suicidios son imprevisibles”, que “si no lo logra seguirá intentándolo” y que “solo son suicidas las personas con desórdenes mentales” .Mitos que confunden y estigmatizan un cuadro que constituye un grave problema de salud pública.
De cada 10 personas que se suicidan, 9 manifestaron claramente sus intenciones.
Uruguay se ubica entre los 7 países con mayor tasa de suicidios de la región luego de EEUU, Canadá, Trinidad y Tobago, Suriname, Cuba y Guayana.
En Uruguay hay más muertes por suicidio que por accidentes de tránsito o por homicidios.
En los ùltimos años se observa una tendencia al aumento en la población cada vez más joven.
Los factores de riesgo
El suicidio es un fenómeno multicausal, ya que son varios los factores que pueden llevar a que una persona tome esta decisión, que pueden ser del orden personal, familiar o económico, señalan especialistas.
Sin embargo, ninguno de ellos es por sí solo determinante, en general se suceden una serie de eventos que en determinado momento cobran mayor dimensión.
Es decir que, cuanto más expuestos a situaciones de vulnerabilidad estamos, mayor riesgo se tiene de pensar que la única solución que tengo para acabar con mi sufrimiento es terminar con la vida que llevo. Porque la persona que está en esta situación lo que siente es un gran sufrimiento psíquico, de no poder sostener más una situación desde el punto de vista emocional.
Hoy nos parecía un buen momento para tratar este tema.Algo que nos compete a todos. Creemos que no se puede invisibilizar como si no existiera; debemos hablarlo.
Por cada suicidio consumado hay en promedio unos siete intentos de autoeliminación. La mujer lo intenta más que el hombre, aunque éste lo concreta más.
Pablo Hein, integrante del Grupo de Comprensión y Prevención de conducta suicida en el Uruguay de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, ha estudiado el tema en los últimos años señala que en los últimos años, se ha detectado un incremento de muertes de hombres mayores de 35 años que se divorcian y quedan solos. Esto se explica, opinó Hein, porque el hombre sufre más que la mujer el "déficit de familia".
Una vez alguien dijo"quien se suicida no quiere morir, lo que quiere es dejar de sufrir.No es un acto de egoísmo ni de cobardía ni de falta de Dios; es el desenlace de una enfermedad”.Jackie Secades, psicóloga.
Ayudando a vivir
La consulta especializada es por ahora el principal recurso en la prevención del suicidio.
Desde el propio Sindicato Mèdico del Uruguay se señala que los conocimientos y los recursos terapéuticos actuales permiten afirmar que la prevención del suicidio tiene, por ahora, como instrumento principal la consulta con el médico especializado en psiquiatría.
En nuestro país estos especialistas son entrenados para valorar el riesgo suicida, establecer los diagnósticos clínicos que condicionan el riesgo (en sus niveles neurobiológico, psicopatológico y psicosocial) y en la administración del plan terapéutico.
El plan se establece con el consentimiento y el acuerdo entre la persona y su familia o ambos y el médico psiquiatra tratante.
Este plan terapéutico incluye medidas de protección de la persona (cuando el incremento episódico del riesgo lo aconseja) y el empleo combinado de medicación, psicoterapia y medidas psicosociales.
Las nuevas medicaciones empleadas son de tanta efectividad como sus antecesoras pero han reducido los efectos adversos e incrementado su seguridad; las aproximaciones psicoterapéuticas que se emplean en nuestro medio, y que incluyen diversos procedimientos, han sido probadas en su efectividad; los procedimientos psicosociales incluyen el esclarecimiento, la educación y la activa participación de la persona y su entorno.
Desde luego que la medicina y la psiquiatría aspiran a multiplicar sus efectos benéficos a través de medidas de prevención directamente aplicables por la comunidad.
Algunas medidas preventivas merecen ser difundidas: evitar el fácil acceso a instrumentos mortíferos; evitar el consumo de alcohol u otros productos adictivos cuando se hace con la finalidad de calmar la ansiedad, el insomnio, el sentimiento de vacío o la pesadumbre; aproximarse a las personas socialmente aisladas o que han padecido pérdidas significativas.

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