El esperado veto a las bolsas de plástico gratuitas ha llegado.El decreto establece sanciones para los comercios que pueden llegar a los 11 millones de pesos.
Además, quedó prohibida en el país la producción de bolsas que no sean biodegradables. 

En el decreto se establece que cada bolsa tendrá un valor de 0,82 Unidades Indexadas (UI), lo que al día de hoy son $4. A su vez, los comercios deberán detallar en las facturas que se entregan a los clientes la cantidad de bolsas utilizadas y el valor a pagar.

Las bolsas plásticas deberán estar certificadas por el LATU y cumplir las normas internacionales aprobadas por la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) con respecto a los criterios de biodegradabilidad o compostabilidad. 

Esta reglamentación es para las bolsas tipo “camiseta”, las más utilizadas para el transporte de productos. Y se excluye de la misma las bolsos tipo “chismosa”, de TNT o que tengan un espesor igual o mayor a 100 micrometros. 

Además, no se cobrará por aquellas bolsas que están en contacto con productos de consumo humano o animal, o sea las clásicas bolsas en donde se conserva la carne, el pollo, o las frutas y verduras, entre otros alimentos. 

Por otra parte, se establece la creación del registro de fabricantes e importadores de bolsas que dependerá de la Dinama. Los fabricantes tienen un plazo hasta el 30 de junio para cumplir con las exigencias de este nuevo decreto.

Las multas por no cumplir con el cobro mínimo establecido van desde las 10 a las 500 Unidades Reajustables (UR) en una primera instancia. En caso de reiteración, la multa será de entre 50 y 5.000 UR. Mientras que en caso de persistir en la infracción, la sanción económica podría llegar a las 10.000 UR, unos 11 millones de pesos. 

En el caso de los fabricantes, si las bolsas no cumplen con las especificaciones técnicas, se procederá al decomiso de las mismas y una suspensión por 180 días del certificado otorgado.