Orsi dio un discurso de brazos abiertos pero sin anuncios ni pistas sobre cuáles serán sus primeras medidas

En un discurso muy Yamandú Orsi,...

En un discurso muy Yamandú Orsi, el presidente confirmó con sus palabras su espíritu conciliador e hizo gala de su republicanismo. Pero no hubo ni un solo anuncio ni lugar para las sorpresas. Como pasó durante la campaña, Orsi se mantuvo en su línea y si bien reiteró los lineamientos bajo los que pretende conducir su gobierno, no dio pistas sobre cuáles serán las primeras medidas que tomará.

En un discurso de 23 minutos, que leyó detenidamente, y al cumplirse 40 años del regreso a la democracia, destacó a “los partidos políticos sólidos”, “la alternancia en el poder”, los acuerdos, la confianza que hacen que se “pueda decir que Uruguay es un país que funciona”.

También reividicó algunas luchas de la izquierda, y en ese sentido su primer postulado fue que es “tan justo como imprescindible mantener intacto el compromiso con la libertad, la verdad y la justicia”. Luego lo reafirmó al volver sobre el tema cerca del final del discurso, cuando dijo que “la democracia gozará de buena salud el día que todas las familias uruguayas sepan dónde están su familiares desaparecidos”. Además, dio una señal con la vicepresidenta Carolina Cosse, al detener la marcha del vehículo que los trasladaba a la Plaza Independencia en la esquina de Libertador y Nicaragua donde está la sede de Familiares de Desaparecidos, para saludar a algunos de los que estaban allí presentes.

Fiel a su estilo, sacó a relucir una vez más su origen del interior, mencionó a su “querido Canelones” y a lo aprendido de “cada vecino y vecina” y aprovechó ese momento para agradecerle a sus mentores políticos, el exintendente de Canelones Marcos Carámbula, (el primero que le dijo que sería presidente), y los expresidentes Tabaré Vázquez y José Mujica, su líder y quien lo ungió como candidato.

Como buen hijo del republicanismo, le agradeció por su tarea de “sostener y alimentar la reconstrucción democrática" a los expresidente Julio María Sanguinetti, Luis Lacalle Herrera, que sentados junto a Mujica lo miraban desde las barras de la Asamblea General. También incluyó en los agradecimientos al saliente presidente Luis Lacalle Pou y a los expresidentes fallecidos: Jorge Batlle y Vázquez. Y tuvo una mención para Alejandro Atchugarry por “el diálogo incansable” que junto a la acción política permitió en 2002 superar la crisis.

Mujica Lacalle.jpg Captura Youtube

Destacó la seguridad jurídica del Uruguay “país de reglas estables, donde los contratos se cumplen" y como lo hizo al elegir a Gabriel Oddone en plena campaña para dar una señal y transmitir tranquilidad, destacó que "la estabilidad macroeconómica es una política de Estado” y se comprometió a "no ignorar las reglas de funcionamiento de la economía que Uruguay mantiene desde su restauración democrática”. Sorprendió que en este pasaje no mencionara a Danilo Astori, ya que en la campaña había dicho que en la izquierda aprendieron de Astori.

Los temas en los que trabajará su gobierno, sin novedades

Al entrar en los temas en los que trabajará su gobierno en estos años, reiteró otra idea de la campaña y es que no viene con espíritu refundacional ni con "la verdad revelada”, o "con el afán de cobrar cuenta alguna”. Afirmó que se revela contra el país de las dos mitades pero dijo tener la certeza de que las “causas no admiten la menor demora” aunque no destacó ninguna por sobre otra.

En ese sentido, mencionó entre las tareas a enfrentar recuperar la senda del crecimiento, el cambio climático, la necesidad de avanzar en el Plan Nacional de Aguas, la ciencia, la seguridad, la pobreza infantil, salud mental, política exterior, en ese orden.

Entre los temas ausentes de su discurso se pueden destacar dos que llamaron la atención porque no ahondó en ellos: la educación y la cultura.

“El país necesita recuperar una senda de crecimiento que genere, a partir del desarrollo más intensivo del conocimiento y de la inversión, no sólo mayor cantidad, sino también, calidad de trabajo; que permita un piso de dignidad salarial y, con ello, una mejor distribución del ingreso”, afirmó.

Destacó como pilares del Uruguay productivo, al Uruguay ganadero, el agronegocio, la granja y la lechería, la ciencia, la investigación, la innovación. Señaló que ecosistema científico será jerarquizado con la creación de una Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación en Presidencia.

Agregó que es una necesidad ineludible frente al cambio climático preparar al país “para eventos climáticos extremos”, lo que exige planificación, inversión y compromiso.

Apuntó como imperioso “avanzar en un Plan Nacional de Aguas para garantizar abastecimiento, la producción y la protección de uno de nuestros recursos más valiosos y desarrollar el riego como una estrategia nacional”. Esa medida estaba entre las 48 que habían presentado en Colonia en el marco las “Prioridades para gobernar”.

El siguiente tema fue la seguridad y la abordó por la necesidad de "reconstruir la convivencia entre nosotros, sabiendo que la seguridad constituye uno de nuestros derechos humanos fundamentales”.

En ese sentido reivindicó la lucha contra el delito, el crimen organizado, el narcotráfico y el lavado de activos, para lo que pidió “colaboración y cooperación de países hermanos”. Como lo venía diciendo también defendió el sistema dual de combinar la represión del delito con la atención “decididamente de las múltiples causantes de la violencia”.

El siguiente tema que abordó fue el de reconstruir la matriz de protección social y ahí se refirió al combate de la pobreza infantil. Citando a Carlos Real de Azúa y su concepto de sociedad amortiguadora dijo que “un país que no cuida a sus niñas y niños no se cuida a sí mismo”.

Cambio de mando Plaza Independencia Yamandú Orsi y Luis Lacalle Pou 1 de marzo de 2025 Inés Guimaraens

Afirmó que es "indamisible que un país de renta alta como Uruguay tenga uno de cada cinco de sus niños y adolescentes viviendo bajo la línea de pobreza". En ese sentido se fijó como meta que cada niño pueda alimentarse en su casa, asegurando el aprendizaje, los útiles para empezar las clases.

Entre los temas urgentes aludió a un tema que estuvo muy presente en la última campaña, los problemas de salud mental y dijo de modo general, sin detallar medidas, que su gestión lo abordará desde la óptica social, sanitaria, cultural y comunitaria.

En lo que se pudo interpretar como una de las pocas críticas al actual gobierno habló de “volver a los territorios, sea este un centro de salud, un centro educativo” y ahí mencionó la falta de medicamentos –otro tema en que se ha cuestionado desde el FA a la actual gestión de ASSE-, la violencia de género en la calle o en el hogar, la desigualdad colectiva, la vivienda o el trabajo.

Por último, se refirió a la política exterior y entre “las banderas” a desplegar en estos cinco años hizo un anunció abarcativo al mencionar: "acciones y acuerdos del Mercosur, el reforzamiento de la Celac, la participación más activa en la OEA; la profundización de la cooperación Sur-Sur, la multiplicación de los acuerdos con los grandes países de referencia de nuestro mundo en forma bilateral o mutilateral”.

Si bien en la mención al sur se vislumbra la vieja aspiración del mujiquismo de la integración latinoamericana, también habló de acuerdos bilaterales o multilaterales con grandes países, lo que abrió la cancha a otro tipo de acuerdos que van más en consonancia con lo que intentó hacer este gobierno.

Terminó diciendo que se compromete a trabajar incansablemente y a la escucha atenta y que no será “vacilante ni indiferente” porque para las causas que ha colocado entre sus prioridades "no hay timepo que perder".