La carta de la esposa de Ricardo Zabala, procesado por el homicidio de Cecilia Fontana de Heber: "Una falsa acusación sin una sola prueba"
La esposa de Ricardo Zabala, el oficial retirado que fue procesado por el homicidio de ...
La esposa de Ricardo Zabala, el oficial retirado que fue procesado por el homicidio de Cecilia Fontana de Heber en 1978, afirmó que su marido fue enviado a prisión "sin una sola prueba", y criticó que le revocaron la prisión domiciliaria que le habían dado a principios de enero "sin fundamento", en una carta a la que accedió El Observador.
"Por primera vez, me animo a hablar de lo que mi familia lleva sufriendo durante más de un año: una falsa acusación sin una sola prueba, basada en mentiras y confabulaciones orquestadas por varias personas con intereses políticos", escribió María Lara, esposa de Zabala, quien marcó que observa "con dolor y mucha vergüenza" a Uruguay.
Lara indicó que la familia ha presentado "todas las pruebas necesarias", entre ellas "las consecuencias de salud" que la situación les ha provocado: "Infartos, colocación de stents, y lo más valioso de todo, el daño al honor de nuestra familia".
Además, la mujer criticó la decisión "sin fundamento" de revocar la prisión domiciliaria de Zabala. La justicia le había otorgado el beneficio por problemas de salud a mediados de enero, pero pocos días después revirtió la medida y dictaminó que el exoficial volviera a la cárcel de Domingo Arena.
Javier Barrios Bove, abogado de la familia Heber, explicó que las autoridades entendieron que no era lo mismo estar en Maldonado cerca de un centro asistencial, que en La Coronilla “a más de 20 kilómetros de una policlínica de su prestador de salud”. Además, la casa en la que fijó la prisión domiciliaria está a 30 kilómetros de la frontera con Brasil, lo que se vio como un potencial riesgo de fuga.
"La justicia final nos dará la razón, pero el costo que estamos pagando es extremadamente alto. Basta de mentiras", sentenció la esposa de Zabala.
El asesinato de Cecilia Fontana de Heber y el procesamiento de ZabalaZabala había sido procesado con prisión en octubre, 46 años después de uno de los crímenes más emblemáticos de la dictadura. El exagente revistaba en el Servicio de Información y Defensa del Ejército cuando el asesinato de Cecilia Fontana, madre del exministro del Interior Luis Alberto Heber.
El procesamiento fue dictado por la jueza Urioste, quien lo procesó con prisión “en calidad de presunto coautor penalmente responsable de un delito de homicidio especialmente agravado y muy especialmente agravado”.
Según el fiscal Ricardo Perciballe, Zabala integró un “grupo de conjurados” que buscó eliminar a “tres reconocidos opositores al régimen dictatorial”, con el objetivo de frustrar contactos y negociaciones que existían entre militares más moderados y políticos tendientes a buscar una salida a la dictadura.
La prueba decisiva para pedir el procesamiento de Zabala fue que tres huellas dactilares suyas fueron halladas ya en 1978 en una de las botellas envenenadas que entregaron a los tres políticos, justamente la que mató a Fontana.
El hallazgo fue hecho por la Policía Técnica, pero no se lo incorporó al expediente judicial. Por el contrario, se ocultó ese dato central. Esos folios con el relevamiento de huellas hecho por la Policía Técnica recién fueron hallados en 1988, cuando el caso fue reabierto por un nuevo juez, ya recuperada la democracia.
Zabala prestó servicios en el SID, bajo órdenes de José Gavazzo. En 2012 fue procesado por el asesinato y desaparición forzada del maestro Julio Castro en 1977. El agente admitió haber apresado a Castro cuando prestaba funciones en el SID. Su procesamiento, sin embargo, fue revocado por un Tribunal de Apelaciones en 2014 que entendió que no existían pruebas que lo vincularan con la posterior ejecución del maestro.
Perciballe, en su dictamen, implicó también a otros conocidos militares en la trama del atentado de 1978 contra la dirigencia del Partido Nacional.
“No cabe lugar a dudas de que quienes estuvieron detrás de los hechos fueron el general Amauri Prantl (ex director del Servicio de Información de Defensa, SID) y José Gavazzo (ex jefe del Departamento III del SID y adjunto a la dirección), así como el director de la DNII Víctor Castiglioni y sus hombres de confianza, el comisario Hugo Campos Hermida y subcomisaro Juan Ricardo Zabala Quinteros”. Prantl, Gavazzo, Campos Hermida y Castiglioni ya fallecieron.