El auge de los clubes sin conexión: una generación harta de las redes sociales busca reconectar en la vida real
En un mundo hiperconectado, donde el uso del teléfono móvil se ha vuelto omnipresente, un nuevo fenómeno está cobrando fuerza: los clubes sin conexión. En Londr...
En un mundo hiperconectado, donde el uso del teléfono móvil se ha vuelto omnipresente, un nuevo fenómeno está cobrando fuerza: los clubes sin conexión. En Londres, el "Offline Club" ha agotado sus entradas en cada evento, atrayendo a jóvenes de entre 20 y 35 años que buscan desintoxicarse, aunque sea por unas horas, de sus dispositivos móviles.
"¡Lo dejo con mucho gusto! Para eso vine", declara Lois Shafier, de 35 años, mientras entrega su teléfono en la entrada del evento. Como ella, más de 150 asistentes se sumaron a esta iniciativa en febrero, pagando 9,50 libras (unos 12 dólares) por dos horas de desconexión total.
La necesidad de un respiro digitalSegún el regulador británico Ofcom, las personas de entre 25 y 34 años pasan un promedio de cuatro horas y tres minutos al día conectados a sus teléfonos. En algunos casos, como el de Liliann Delacruz, una estudiante de 22 años, este tiempo asciende a diez horas diarias. "Estoy aquí para salir de mi burbuja", afirma.
El evento ofrece juegos, actividades manuales y espacios de conversación sin interrupciones digitales. "Haber dejado mi teléfono es liberador", reconoce Harry Stead, un ingeniero de 25 años. Sin embargo, admite que a menudo siente la necesidad de revisarlo por miedo a perderse algo.
Para Ben Hounsell, de 23 años y fundador del "Offline Club", la idea no es demonizar la tecnología, sino ayudar a las personas a redescubrir la interacción cara a cara. "Mucha gente se da cuenta de que dejar el teléfono unas horas les hace bien", explica.
Un movimiento en expansiónDesde su creación en octubre, más de 2.000 personas han participado en los eventos de este club en Londres. Y la tendencia no es exclusiva del Reino Unido. Ámsterdam, París, Barcelona y Dubái también han adoptado esta iniciativa, con clubes similares que promueven la conexión humana sin pantallas.
El neerlandés Ilya Kneppelhout, creador del primer club de este tipo en Ámsterdam, señala que el problema no es solo la adicción al móvil, sino una "epidemia de soledad". "La gente busca una interacción real con otras personas, lejos de las pantallas", sostiene.
En paralelo, figuras influyentes han comenzado a promover la desconexión digital. La creadora de contenido Venetia La Manna, por ejemplo, se desconecta todos los fines de semana bajo el hashtag #offline48 y asegura que esto le ha permitido mejorar su descanso, su creatividad y sus relaciones personales.
¿Un problema de salud mental o una cuestión de hábitos?Aunque el uso excesivo de redes sociales ha sido vinculado a problemas de salud mental, la profesora Anna Cox, de la Universidad UCL de Londres, sostiene que el verdadero problema radica en las "oportunidades perdidas". "No se trata de que los móviles dañen la salud mental en sí, sino de cuánto nos distraen de interacciones significativas, como conversar con nuestra pareja", explica.
Para mitigar este impacto, expertos sugieren estrategias como el uso de aplicaciones que limitan el tiempo de pantalla o cambiar la configuración del móvil a blanco y negro para hacerlo menos atractivo. "Necesitamos educarnos, especialmente los jóvenes, para tomar el control de nuestros dispositivos", enfatiza Cox.
Conclusión: un cambio en la relación con la tecnologíaEl auge de estos clubes refleja un deseo creciente de encontrar equilibrio entre la vida digital y la real. Mientras la tecnología sigue evolucionando, cada vez más personas buscan recuperar la atención plena en el presente y redescubrir la riqueza de la interacción humana sin pantallas.