
Bomberos al límite: denuncian que enfrentan emergencias con camionetas y sin recursos
Bajo la lupa.
La Alianza de Bomberos del Uruguay lanzó una dura advertencia pública sobre el estado crítico del servicio en varios destacamentos del país. La denuncia, que expone la falta de camiones autobomba y la precariedad en la respuesta a emergencias, encendió las alarmas en un momento donde la seguridad y la eficiencia del sistema están bajo la lupa.
“Estamos enfrentando incendios y rescates con camionetas adaptadas que cargan apenas 400 litros de agua”, expresaron desde la organización, en un comunicado que pone blanco sobre negro la crisis estructural que atraviesa el cuerpo de Bomberos. La imagen es tan clara como alarmante: personal capacitado, jugándose la vida, con herramientas improvisadas para una tarea que requiere máxima preparación y equipamiento.
La situación no es nueva. Según la Alianza, desde hace años vienen reclamando por la falta de inversión en vehículos, indumentaria y condiciones laborales. Pero en las últimas semanas, la precariedad operativa se volvió inocultable. “Comprendemos la indignación de la ciudadanía cuando no llegamos con la respuesta esperada, pero el problema no somos nosotros: es la falta de recursos”, remarcaron.
La denuncia llega en un contexto sensible, donde varias intervenciones recientes —en zonas rurales y urbanas— pusieron a prueba la capacidad de reacción del sistema. En muchos casos, la ausencia de camiones obligó a usar unidades polivalentes, con capacidad limitada y sin la robustez que exige una emergencia de magnitud.
Desde la Alianza de Bomberos piden que la sociedad canalice su malestar hacia las autoridades responsables y no hacia quienes están en la primera línea. “Seguimos trabajando con compromiso y poniendo el cuerpo, aún sin el respaldo necesario. Lo que exigimos es lo mínimo: condiciones dignas, más vehículos y respeto por nuestra labor”, concluye el comunicado.
La advertencia no sólo apunta a sensibilizar a la población, sino a ejercer presión política para que el tema entre en la agenda pública. Porque detrás de cada incendio mal atendido, no hay desidia del personal: hay un Estado que no invierte lo suficiente en proteger a quienes nos protegen.