Lo que no tolera es que La Paloma piense distinto
Por Irineu José – Edil electo del Frente Amplio
Las declaraciones del intendente Alejo Umpiérrez tras su reelección resultan tan reveladoras como preocupantes. Su ataque directo al electorado de La Paloma, calificándolo de “páramo” y acusándolo de sufrir “síndrome de Estocolmo”, no solo es irrespetuoso, sino profundamente antidemocrático.
¿Qué está diciendo el intendente? Que la gente vota mal cuando no lo vota a él. Que no puede comprender que en un departamento plural, diverso y con profundas raíces democráticas, existan ciudadanos y ciudadanas que, con total conciencia, respaldan un proyecto diferente al suyo.
Cuando un gobernante descalifica al pueblo que elige de manera libre y soberana, no solo muestra autoritarismo, también revela una visión sesgada de la realidad: cree que los recursos públicos que se destinan a La Paloma —como corresponde a cualquier municipio— son una dádiva suya, y no una obligación institucional que emana de la Constitución y de las leyes.
La Paloma no vive del “síndrome de Estocolmo”, como dijo Umpiérrez. La Paloma vive del trabajo de su gente, de su entramado social, de sus pequeñas empresas, de su cultura y de su historia. Vive también del compromiso de sus representantes locales, que día a día hacen rendir al máximo una partida presupuestal que nunca ha sido proporcional al peso turístico, económico y demográfico que tiene la zona.
Acusar de “auto-victimización” a un pueblo que reclama mejoras es negar la realidad de quienes padecen problemas crónicos de vivienda, de infraestructura o de servicios de salud. Lo que molesta no es que La Paloma esté rezagada, sino que, pese a eso, elige seguir creyendo en un modelo participativo, con cercanía, con sensibilidad social.
Y respecto a los traslados de credenciales, el propio Umpiérrez se contradice: primero los denuncia como maniobra, luego los felicita como estrategia. Parece olvidar que los ciudadanos tienen derecho a votar donde viven, donde trabajan, donde crían a sus hijos. ¿O acaso la democracia es válida solo si votan a su favor?
Desde nuestro rol como ediles, y desde nuestro compromiso con la institucionalidad, tenderemos siempre puentes para que la Intendencia y el Municipio trabajen de forma articulada. Pero no vamos a callarnos frente a la estigmatización de una comunidad que piensa diferente. Porque pensar distinto no es un crimen: es democracia.
ROCHAALDIA.COM

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