Amenazas de muerte y privación de libertad: uruguayo fue condenado en Brasil tras mantener encerrada a su pareja durante cinco años

Un ciudadano uruguayo fue condenado a 8 años y 3 meses de prisión efectiva tras ser hallado culpable de varios delitos graves, incluyendo privación ilega...

Un ciudadano uruguayo fue condenado a 8 años y 3 meses de prisión efectiva tras ser hallado culpable de varios delitos graves, incluyendo privación ilegal de libertad, posesión ilegal de armas de fuego y amenazas, confirmaron fuentes de Interpol a El Observador. El caso involucró el secuestro de quien entonces era su pareja, que estuvo encerrada en su casa y bajo constantes amenazas de muerte entre los años 2016 y 2021.

El hombre fue acusado de haber mantenido a su entonces pareja privada de su libertad desde el año 2016 hasta el 15 de enero de 2021 en una propiedad ubicada en Chui, Río Grande do Sul, Brasil. Durante ese tiempo, la víctima sufrió constantes amenazas de muerte, agresiones físicas y psicológicas, y estuvo completamente aislada de su familia. El agresor la amenazó con matar a su familia si intentaba escapar. La víctima, aterrada, solo pudo mantener contacto con sus familiares a través de breves encuentros en la puerta de la residencia.

Según la denuncia, el hombre utilizó armas de fuego para mantener la coerción sobre la víctima, incluso poniéndole la pistola en la cabeza en varias ocasiones. La Policía Civil encontró en su domicilio varias armas, incluyendo una pistola calibre 9 mm, una escopeta calibre 16, un fusil calibre .762 y munición en gran cantidad, hallazgos que corroboraron la gravedad del abuso y la peligrosidad del acusado.

Los testimonios de los familiares de la víctima fueron clave para la condena. Su hija y hermanos lograron documentar la situación de abuso mediante videos y grabaciones, en las cuales la mujer confesaba su temor de salir de la casa debido a las amenazas constantes del ahora condenado. Uno de los videos, grabado por su hija, mostró a la víctima visiblemente alterada y asustada, lo que convenció a las autoridades para intervenir.

Las declaraciones de la víctima durante el juicio fueron consistentes y detalladas. Explicó cómo la relación comenzó de manera normal, pero se fue deteriorando con el tiempo debido a las agresiones físicas y verbales del acusado. Tras la intervención de su familia y la Policía, la mujer fue liberada de su cautiverio, aunque se encontraba en un estado psicológico extremadamente afectado.

La defensa del hombre intentó argumentar que la acusación de privación ilegal de libertad no se sustentaba en pruebas suficientes, señalando que la mujer tenía la llave de la casa y que en varias ocasiones había tenido la oportunidad de salir, pero prefería quedarse. Sin embargo, las pruebas presentadas, incluidos los testimonios y videos de la víctima y su familia, fueron consideradas irrefutables.

Respecto a las armas, la defensa intentó justificar la posesión de las mismas debido a que el individuo tenía autorización para portar armas en Uruguay, pero este argumento fue desestimado por el tribunal. La ley brasileña, donde residían, no permite la posesión de armas sin la debida autorización local, por lo que la presencia de armas de uso restringido fue un factor clave en la condena.

El Tribunal de Justicia de Río Grande do Sul dictó la sentencia final el 1° de septiembre de 2021, condenando al hombre a 8 años y 3 meses de prisión de cumplimiento efectivo. Además, se le impuso una multa de 22 días a razón de 1/30 del salario mínimo vigente en Brasil en el momento de los hechos.

El tribunal también desestimó los recursos de la defensa, que solicitaba la absolución del acusado respecto de los cargos por privación ilegal de libertad y tenencia ilegal de armas de fuego, basándose en argumentos de insuficiencia de pruebas y la flexibilidad de la ley en zonas fronterizas.