Salud Hoy Escuchar artículo

Impacto emocional y físico de las enfermedades cutáneas crónicas: El caso de la dermatitis atópica

Vivir entre el dolor y la esperanza

Impacto emocional y físico de las enfermedades cutáneas crónicas: El caso de la dermatitis atópica

Vivir entre el dolor y la esperanza

El 14 de setiembre se celebrará el Día Mundial de la Dermatitis  Atópica, una de las enfermedades inflamatorias de la piel más frecuentes, cuyo inicio se da en la infancia y puede estar presente  durante la edad adulta señalan desde  la Asociación Psoriasis del Uruguay (APSUR).
 

Las enfermedades de la piel no solo afectan de manera visible al cuerpo, sino que también generan profundas repercusiones emocionales. Pacientes con estas patologías suelen ver disminuida su calidad de vida, ya que el desarrollo de actividades cotidianas se ve limitado. Uno de los principales problemas es la falta de diagnóstico temprano y tratamiento adecuado, lo que puede generar un ciclo de desgaste físico y mental no solo en el individuo, sino también en su entorno familiar.

Un claro ejemplo de este tipo de afecciones es la dermatitis atópica, una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, común en la infancia pero que puede persistir en la edad adulta. Esta patología se caracteriza por causar picazón intensa, sequedad e inflamación, lo que puede derivar en infecciones secundarias debido al rascado continuo. Aunque no es contagiosa, su curso es largo y con periodos de exacerbaciones que requieren una constante atención médica.

Testimonios y realidades de los pacientes

La Dra. Agustina Acosta, especialista en dermatología, explica que la situación de cada paciente puede variar significativamente. "Todo depende del momento de la enfermedad y del manejo personal de cada uno. Muchos llegan sin un diagnóstico claro o tras haber recibido tratamientos incorrectos para otras condiciones", señala. Además, añade que algunos pacientes, lamentablemente, "ya se han acostumbrado a vivir con la enfermedad", lo que refleja la resignación frente a la falta de una solución definitiva.

Un ejemplo de estas historias es el caso de Ignacio, un joven de José Enrique Rodó, Soriano, quien comenzó a padecer dermatitis atópica desde los seis meses de edad. Su madre relata que lo que empezó como una pequeña mancha roja en la mejilla, fue empeorando con el tiempo. Pese a los diagnósticos de varios especialistas que coincidían en la naturaleza de la dolencia, la falta de un tratamiento adecuado provocó un deterioro notable en su salud, culminando en varias internaciones.

El punto de inflexión en su historia llegó con la intervención de la Dra. Acosta, quien le proporcionó el tratamiento correcto. "Hubo un cambio notorio desde los primeros meses de tratamiento", asegura su madre. Aunque Ignacio sigue en tratamiento, su calidad de vida ha mejorado significativamente, lo que subraya la importancia de un manejo médico especializado y constante.

Enfoque terapéutico: Un camino hacia la mejora

El tratamiento de la dermatitis atópica varía en función de la severidad de la enfermedad y de otros factores individuales como el impacto en la calidad de vida, el sueño y los tratamientos previos. Las terapias pueden ir desde medidas higiénicas y cuidados básicos de la piel, hasta tratamientos tópicos y, en los casos más graves, terapias sistémicas.

La Dra. Acosta subraya que "no es aceptable convivir con brotes diarios", y afirma que existen opciones terapéuticas capaces de mejorar considerablemente la calidad de vida del paciente. Recientemente, el Fondo Nacional de Recursos (FNR) incorporó un nuevo fármaco, lo que representa un enfoque innovador para el tratamiento de esta patología.

Más allá de la niñez: La dermatitis en la adultez

Aunque se asocia mayormente a la infancia, la dermatitis atópica puede manifestarse también en la adultez. Estos casos suelen presentar una mayor complejidad, pero un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden marcar una gran diferencia en la vida del paciente.

El testimonio de especialistas como la Dra. Acosta y organizaciones como la Asociación Psoriasis Uruguay (APSUR), que desde 2012 trabaja para mejorar la calidad de vida de pacientes y familiares, destaca la importancia de la educación, la información y la promoción para enfrentar esta enfermedad. APSUR se enfoca en asegurar el acceso a tratamientos y promover la investigación para encontrar terapias más eficaces que ofrezcan un alivio tangible a quienes padecen estas enfermedades.

En definitiva, aunque la dermatitis atópica es una enfermedad crónica y compleja, existen múltiples alternativas terapéuticas que, con el seguimiento adecuado, permiten mejorar la calidad de vida de quienes la padecen, así como de sus familias.

Fuente: Foto pexel.com

Volver arriba