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Entre el "penal" de la negociación salarial y los "kilos" que le falta bajar a la inflación: la visión de un banco privado sobre Uruguay

En la antesala de una nueva ronda de negociación colectiva, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha dado señales de que ...

Entre el "penal" de la negociación salarial y los "kilos" que le falta bajar a la inflación: la visión de un banco privado sobre Uruguay

En la antesala de una nueva ronda de negociación colectiva, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha dado señales de que ...

En la antesala de una nueva ronda de negociación colectiva, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha dado señales de que podría avanzar en la desindexación de algunos precios y salarios, en línea con el objetivo de consolidar la baja de la inflación. Sin embargo, desde BBVA Uruguay aseguraron que no contemplan que vaya a haber cambios estructurales en las reglas actuales.

“No, en principio mantenemos el mismo esquema, la misma lógica”, respondió el economista principal de BBVA Research para Uruguay y Argentina, Juan Manuel Manías, ante una consulta de El Observador en una reunión que ejecutivos del banco tuvieron con periodistas.

“Entendemos que sí podría haber cambios, pero serían compensaciones, no un cambio de esquema. Podría haber algún tipo de compensación que claramente al final del día te va a impactar en el consumo, pero que no sería tampoco un determinante macroeconómico para decir que cambiaría el PIB (Producto Interno Bruto) de manera sustancial”.

Para BBVA, cualquier modificación que eventualmente se introduzca en la negociación salarial será de carácter puntual y no significará un quiebre en las reglas actuales de indexación. El análisis, según Manías, se sostiene también en la experiencia reciente de otras reformas estructurales en Uruguay.

"Es como cuando los arqueros enfrentan un penal"

En un intento por explicar cómo el sistema político y económico uruguayo procesa los cambios, el ejecutivo de BBVA apeló a una comparación futbolera: “esto es como cuando los arqueros enfrentan a un tipo que les va a patear un penal, se tiran donde vieron en los videos anteriores que se tiraron, se fijan dónde pateó”.

La lógica, explicó, es que los agentes económicos y la ciudadanía responden a señales conocidas y que se han legitimado previamente. En ese sentido, Manías recordó la última reforma previsional aprobada en Uruguay que, a su juicio, logró avanzar por ser considerada criteriosa.

“Cuando se propuso hacer una reforma que realmente estaba fuera de todo criterio, que sacaba a Uruguay de ese sendero virtuoso y del investment grade (grado inversor), la población no la aceptó. Por eso, creo que ahí hay una lección de por dónde podrían venir los cambios que serían después aceptados y legitimados”.

Desde esa perspectiva, el banco proyecta que el gobierno no impulsará modificaciones abruptas en la lógica de negociación salarial, sino que, en caso de haberlas, deberán ser graduales y tener respaldo político y social.

Las proyecciones para el dólar

El equipo de BBVA proyecta que el dólar se ubicará en $ 42,1 a finales de este año, lo que implicaría una apreciación del peso uruguayo frente a la divisa estadounidense, de 0,9%. Sobre este punto, Manías detalló que la "estabilidad que demuestra Uruguay" contrasta con una coyuntura global incierta e inestable, por lo que esperan que el peso uruguayo vaya "ganando más fortaleza".

En los primeros cinco meses del año, el peso uruguayo se ha apreciado casi un 5% frente al dólar. De acuerdo con Manías, esa apreciación de la moneda nacional responde "cada vez más" a fundamentos de la macroeconomía como la condición de grado inversor, la diversificación de las exportaciones (en productos y destinos) y su desacople con la región, en lugar de responder a una fortaleza financiera.

"Cuando la mayoría de tus exportaciones son muy productivas, claramente eso se refleja en tu tipo de cambio. El tipo de cambio, a largo plazo, no es más que la productividad de un país. Por eso vemos que tenemos que empezar a pensar en Uruguay con un peso más fuerte de lo que se pensaba en términos históricos", evaluó el economista.

Otro de los factores mencionados por el ejecutivo, tiene que ver con el avance en la desdolarización de la economía uruguaya que, de consolidarse, puede contribuir a reducir la sensibilidad de los precios internos a los movimientos del tipo de cambio. “El Banco Central fue muy explícito, todas las últimas autoridades y estas también, con empezar a usar más el peso. Entonces, básicamente, el dejar de tener la vulnerabilidad de tipo de cambio va a hacer que también se deje de tener esa rigidez con los precios”, señaló Manías.

Política monetaria, inflación y "los kilos que más cuestan bajar"

Manías destacó el compromiso reafirmado por las nuevas autoridades del Banco Central (BCU) con la estabilidad de precios y el aumento de 25 puntos básicos en la tasa de política monetaria. Desde el banco, esperan que la inflación se mantenga alrededor del 5,4% este año y en 5,2% en 2026, lo que señalaron como una "mejora notable" respecto al promedio de los últimos 10 años (8,3%).

"Estamos con una inflación de 5%. Es un registro que está dando muestras de costarle al BCU, pero acá ocurre algo similar a la historia del gimnasio. Cuando empezamos a ir para bajar de peso, las primeras semanas se baja un montón, pero después cada kilo cuesta un poco más bajar. Esta es, si se quiere, la fase en la que entró la inflación en Uruguay", ejemplificó Manías.

El economista señaló que los datos de inflación son "alentadores", aunque dijo que aún "quedan espacios de mejora", en alusión a que las expectativas inflacionarias de los empresarios son resistentes a descender.

Ante esta rigidez, BBVA espera que el regulador mantenga una política monetaria contractiva, "hasta al menos mediados de 2026, con tasas reales positivas", con el objetivo de poder anclar las expectativas inflacionarias y preparar el terreno para la nueva ronda de los Consejos de Salarios.

En relación al crecimiento económico, el banco prevé una desaceleración para este año, con un crecimiento estimado en 2,1%, principalmente por "una ralentización del consumo privado, a causa de una recuperación salarial limitada, estimada en apenas un 0,4% en términos reales, y un mercado laboral que muestra poco dinamismo", según el banco. Para el año que viene, la proyección refleja un crecimiento aún menor, del 1,9%.

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Proyecciones BBVA Research

BBVA

A nivel global, el banco estimó una expansión del PIB de 3% en 2025, lo que significa una desaceleración frente al 3,4% registrado en 2024, debido principalmente a un menor dinamismo en Estados Unidos en un contexto global incierto y marcado por un aumento del proteccionismo comercial.

Fuente: https://www.elobservador.com.uy/economia-y-empresas/entre-el-penal-atajar-la-negociacion-salarial-y-los-kilos-que-le-falta-bajar-la-inflacion-la-vision-un-banco-privado-uruguay-n6004072

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