
Desindexación salarial en Uruguay: un debate "desenfocado", el impacto en las empresas y alternativas a explorar
La propuesta que realizó días antes de asumir el ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, respecto de desvincular los ajustes salariales de la inflación de forma gradual, ...
La propuesta que realizó días antes de asumir el ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, respecto de desvincular los ajustes salariales de la inflación de forma gradual, provocó polémica en el sistema político, económico y empresarial del país, con choques inclusive, en la interna del Frente Amplio.
Sobre este tema, en el evento "Perspectivas Económicas" -organizado por El Observador el pasado jueves- dos especialistas destacados, Alfonso Capurro, economista y socio de CPA Ferrere, y Marcos Soto, socio de Cibils Soto Consultores y decano de la UCU Business School, ofrecieron sus visiones sobre la desindexación salarial, los efectos que tendría en las empresas y las posibles alternativas a explorar por parte de este gobierno.
Un proceso gradual adaptado a la realidad económicaPara Capurro, la polémica que se desató en torno a la propuesta de Oddone se trata de “un debate bastante desenfocado” que se convirtió en una cuestión de “sí o no”.
“A nosotros no nos parece que la discusión correcta sea desindexación sí o desindexación no. No nos imaginamos que en julio sea posible una discusión sobre desindexar totalmente los salarios, eso no es no es posible porque hoy no están dadas las condiciones” para avanzar hacia una desindexación completa, señaló Capurro.
Según él, la desindexación forma parte de un proceso que “tendría que ir cambiando en Uruguay” pero reafirmó que se trata de “un instrumento” y no de un objetivo de política.
“El problema que tiene Uruguay es que la indexación salarial hace que la inflación tenga mucha inercia y que a la política monetaria le cueste mucho trabajo lograr bajar un punto la inflación. Entonces, al final, hay que adaptar el instrumento a los tiempos. Y si uno repasa la historia, el instrumento indexatorio se ha ido adaptando” a cada situación, indicó Capurro.
_INE1523_1.JPGAlfonso Capurro, economista y socio de CPA Ferrere
Inés GuimaraensEn ese sentido, el economista señaló que la indexación salarial ha sido una herramienta clave en diferentes momentos históricos, especialmente en contextos de alta inflación, como en la salida de la dictadura cuando, bajo el gobierno de Julio María Sanguinetti, se utilizó para recuperar el salario real.
Posteriormente, recordó que durante el gobierno de Luis Alberto Lacalle Herrera, el objetivo era otro y se entró en un plan de estabilización con un claro objetivo de reducir la inflación. En ese entonces, se dejaron de convocar los Consejos de Salarios y se eliminó la indexación hasta que volvió a reanudarse en 2005 durante el primer gobierno de Tabaré Vázquez.
A partir de ahí, recordó Capurro, “volvimos a tener indexación semestral anual que se fue adaptando a los tiempos según los niveles de inflación, en torno al 8%, después hubo algunos intentos por ir a pautas nominales que no anduvieron bien y hoy tenemos otro nivel de inflación”, en torno al 6% durante los últimos dos años.
Por ese motivo, el economista y socio de CPA Ferrere reafirmó que la indexación en Uruguay “hoy se tiene que adaptar a estos niveles” y dijo que eso será posible si el actual gobierno logra reducir más la inflación.
“Si los niveles de inflación siguen bajando y si el Banco Central hace su trabajo, tal vez, al final de este periodo de gobierno podemos hablar de menores niveles de indexación”, indicó Capurro.
Embed - PERSPECTIVAS ECONÓMICAS 2025En esta línea, el economista destacó que, en lugar de eliminar la indexación, algunas de las posibilidades a explorar pueden ser nuevas formas de ajustes salariales, como indexar en períodos más largos como dos años por ejemplo, utilizar la inflación subyacente en lugar del IPC y discutir, eventualmente, pautas nominales. Además, sugirió que la indexación podría ser diferenciada para proteger a los salarios más bajos, en línea con el objetivo del gobierno de atender a quienes tienen un salario de $ 25.000.
El impacto de la desindexación desde la perspectiva empresarialPor otro lado, Soto abordó las implicancias de la desindexación desde una óptica empresarial. A su entender, la indexación salarial tiene un impacto directo en los costos de las empresas, ya que los salarios son un componente clave en la formación de precios.
“Si uno piensa, por ejemplo, en las empresas y cómo se fija cualquier precio en una economía de mercado como la nuestra, la mayoría de los precios de bienes y servicios es, digamos: P = a costos x 1 + una tasa de beneficios", explicó Soto. Dentro de estos costos, el componente de la mano de obra juega un papel central "y cuando hay una indexación o un ajuste automático de los salarios, los costos de las empresas se incrementan".
_INE1494_1.JPGMarcos Soto, socio de Cibils Soto Consultores y decano de la UCU Business School
Inés GuimaraensSoto subrayó que, ante un aumento de los costos laborales por indexación, las empresas tienen pocas opciones. “El formador de precios tiene algunas alternativas, no muchas. O reduce su tasa de beneficios y mantiene el precio, lo deja inalterado. O intenta reducir los otros costos para que compense el costo del alza salarial, lo cual en general es difícil. Salvo que empiece a haber incrementos de productividad", señaló.
Por lo que concluyó en que la alternativa que muchas veces le queda a los empresarios es trasladar el incremento salarial a los precios de los productos o servicios, lo que puede generar un círculo vicioso de inflación.
Soto también coincidió con Capurro en que, a pesar de los beneficios que la indexación pueda tener como herramienta de protección frente a la inflación, la misma genera un retroalimentación inflacionaria. “Los instrumentos de indexación general intentan proteger el riesgo inflacionario, pero también eso que intentan proteger es un retroalimentación a la inflación", apuntó.
En cuanto a la desindexación, Soto reconoció que el momento actual no es el adecuado para avanzar en un proceso de este tipo, aunque hizo una salvedad: "tenemos que pensar en la desindexación de la economía uruguaya", destacó.
Soto hizo un llamado a una mirada más amplia sobre la indexación en el país, señaló que no solo los salarios están indexados, sino también muchos otros mercados, como el de los alquileres, que ajustan sus precios en función de la inflación. "Hay un montón de mercados, un montón de precios en Uruguay que están indexados, que siguen atrás de la inflación, y eso obviamente genera el mismo efecto", explicó.
Sobre ese punto, dijo que si no se desindexan otros mercados, será muy difícil llevar a cabo una desindexación efectiva de los salarios.