Las dos cámaras empresariales vinculadas al sector pesquero reclaman desde hace cinco meses una mejora en las condiciones de operativa y costos del sector, que está prácticamente paralizado. De los 54 barcos que componen la flota, solo han salido en algunas oportunidades seis embarcaciones dedicadas a la pesca de altura y otras dos de pesca costera.

“La pesca de altura ofrece algunas oportunidades competitivas debido a la coyuntura internacional y la ecuación igualmente cierra, pero en el caso de la pesca costera, donde está la mayor parte de la flota, es inviable trabajar”, aseguró a Informativo Uruguay el directivo de la Cámara de la Industria Pesquera, Carlos Olivera.

El empresario recordó que el sector sufre el impacto de los bajos precios internacionales, una fuerte competencia argentina y severos problemas de costos, como las primas de seguros y los altos aportes patronales que paga el sector, entre otras obligaciones. “Le pedimos al gobierno reiteradamente por determinados ajustes en materia de cuestiones operativas, regulaciones y costos excesivos, pero no hemos tenido respuesta”.

El pasado lunes se reunieron con una delegación interministerial, luego de que el viernes las cámaras decidieran abandonar las negociaciones en consejos de salarios. “No tiene sentido negociar si no tenemos actividad”, argumentó Olivera.

Ahora esperan una devolución del gobierno, en el inicio de la zafra de corvina, merluza y calamar. “Si no hay noticias de parte del gobierno, no habrá pesca, porque es a pérdida”, subrayó.

A su vez, ante las deudas que algunas empresas mantienen con sus trabajadores, los sindicatos han decidido no embarcarse y consideran que detrás de esta situación, “hay una maniobra de las empresas”.

Olivera dijo que, en ese caso, se trataría de “la maniobra más cara del mundo, por las pérdidas que sufren las empresas”. La manera de cubrirlas, sostuvo, “es trabajar cuando se abren oportunidades”.