La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) firmó un convenio con la Organización del Bachillerato Internacional (OBI) con el fin de generar acreditaciones para que estudiantes uruguayos puedan continuar capacitándose fuera del país.

El convenio promueve el asesoramiento técnico y la transferencia de conocimiento por parte de la referida organización suiza, para la implementación de programas del Bachillerato Internacional, el diseño de planes de formación de docentes, y conferencias y seminarios centrados en los objetivos de cooperación. El presidente del organismo, Robert Silva aseguró que se trata de un hito para la educación pública del país, que, según consideró, ha originado oportunidades desde finales del siglo XIX, gracias a un Estado benefactor que ha hecho posible que quienes estén en situaciones de desventaja social puedan concretar sus proyectos de vida.

Con la nueva propuesta educativa, se busca formar ciudadanos con las competencias necesarias para incursionar en una sociedad de permanente cambio, aseguró el jerarca. Destacó que el Bachillerato Internacional genera una acreditación que permitirá a los estudiantes uruguayos continuar su trayecto y su capacitación fuera del país, en universidades e institutos internacionales. Añadió que se constituyó una comisión de trabajo y se prevé que en marzo de 2025 comiencen a funcionar los primeros centros educativos con la nueva modalidad.

Mencionó también que, mediante este mecanismo, los estudiantes accederán a formaciones específicas vinculadas a la educación media superior, con un fuerte componente de idioma inglés. “Es un gran desafío para la educación pública, que implicará, a futuro, la consolidación y constitución del Bachillerato Internacional, tanto en la educación técnica como en la educación secundaria del país”, detalló Silva.

Además, indicó que el proceso contemplará la preparación de docentes y la adecuación de las instituciones educativas. En ese sentido, informó que, en el marco de un convenio con la Universidad de Cambridge, este año, 8.300 estudiantes y docentes se inscribieron para certificar sus conocimientos en inglés y otras lenguas, lo que significó un récord.