Con el relanzamiento del sistema de clasificación de residuos de la sede institucional y una recorrida por el predio para evaluar la situación de los árboles nativos con niños y maestras de la Escuela vecina nº 75, y con la renovación del rincón de ciencias del Ceimer (ANEP) festejó el CURE Rocha el Día Mundial del Medio Ambiente.

En el salón Polifuncional de la sede institucional, la Escuela nº 75 fue recibida en por el director Javier Vitancurt y los docentes Alejandro Tarigo, referente del sistema de reciclaje de residuos, y César Fagúndez, referente para la flora nativa. 

El tema del reciclaje de residuos ha sido siempre una preocupación del CURE Rocha, con experiencias que han tenido algunos inconvenientes (roedores). Niños y docentes intercambiaron ideas acerca de las ventajas de reciclar y las posibilidades de hacerlo, reutilizando en el lugar, sin gastar en trasporte, tanto los componentes orgánicos como los papeles, plásticos y vidrios.

El CURE incorpora ahora nuevas composteras fabricadas con plástico reciclado y tarros lavables para orgánicos. La Escuela 75 está considerando posibilidades semejantes, ya que tiene mucho desecho orgánico porque cocina cada día para 200 personas.

A continuación del intercambio sobre reciclaje, se realizó una recorrida del predio del CURE para evaluar la situación actual de los árboles nativos que se han venido plantando y para las analizar alternativas para futuras plantaciones en este parque. Fue una actividad distendida e interactiva que permitió intercambiar ideas para mejorar la gestión ambiental en el sistema educativo.

Espacio de exploración y descubrimiento en el Ceimer

Otro equipo docente del CURE (Fabricio Scarabino, Laura Pérez, Ximena Lagos y Natalia Verrastro) colaboró con el Centro Ecológico Integrado al Medio Rural (Ceimer) de ANEP (Administración Nacional de Educación Pública) en la inauguración del salón “Espacio de exploración y descubrimiento”. El espacio quedó organizado con muestras de cráneos de animales diversos, frascos conteniendo animales en alcohol, juegos interactivos, lupas y microscopios y materiales vegetales, incluyendo un banco de semillas.