Rocha dio un paso decisivo en materia de salud. Por primera vez en su historia, el departamento contará con un resonador magnético nuclear, incorporado por COMERO IAMPP como parte de un ambicioso plan de modernización tecnológica. Se trata de una inversión que, según el Dr. Mauricio Moreno —vicepresidente del Consejo Directivo de la institución—, supera el millón de dólares y redefine el alcance de los servicios médicos en Rocha.

En diálogo con Rochaaldia.com, Moreno repasó el proceso detrás de la incorporación del equipo, su impacto en los usuarios y el valor que tendrá para toda la región. Más allá de la noticia, el proyecto se presenta como una apuesta estratégica que combina tecnología, gestión, empleo y una visión de desarrollo a escala territorial.

—Doctor, ¿qué representa para COMERO esta incorporación tecnológica?

Es la inversión más grande que hemos tenido desde los años 90, cuando se instaló el Tomógrafo. El resonador magnético que estamos incorporando es un equipo de última generación, único en el país por su modelo, y responde directamente a las necesidades reales del departamento. Representa una apuesta tecnológica y sanitaria que, sinceramente, va mucho más allá de COMERO.

—¿En qué sentido excede a la propia institución?

Porque pensamos este servicio para Rocha en su conjunto. Si bien está instalado en nuestra sede, será accesible también para usuarios de otras instituciones, tanto del ámbito público como privado. Queremos que sea un recurso para el departamento y la región. Rocha es un territorio amplio, disperso, y necesita un sistema de salud descentralizado, de calidad. Esta inversión es un paso concreto en esa dirección.

—¿Cuánto se invirtió y qué características tiene el equipo?

La inversión ronda el millón de dólares. Es un resonador de tamaño intermedio, perfectamente adaptado a las características demográficas del departamento. No es un equipo sobredimensionado ni limitado: es eficiente, moderno, preciso, y optimizado para el volumen de estudios que manejamos y proyectamos. Además, nos permite integrarnos con los protocolos nacionales y ampliar nuestras capacidades diagnósticas.

—¿La llegada del resonador impactará también en la generación de empleo?

Totalmente. Este tipo de incorporación tecnológica tiene una arista clave en términos laborales. En Rocha hay muchos técnicos en imagenología que, al no tener resonador aquí, deben emigrar a Montevideo o Maldonado para trabajar. Con este proyecto generamos fuentes laborales locales para jóvenes formados que quieren quedarse en el departamento. También se necesitará personal de mantenimiento, administrativos, y equipo médico capacitado. La salud también se construye con empleo.

—¿Qué lugar ocupa esta iniciativa dentro de la estrategia de COMERO?

Un lugar central. Para COMERO y para FEPREMI —de la que formamos parte—, el desarrollo tecnológico es un pilar fundamental. Pero además, hay una visión de integración: no concebimos este resonador como un beneficio exclusivo para nuestros afiliados. Es parte de una mirada a futuro, de una política de salud para el territorio. Trabajamos con una lógica sistémica: en articulación con otros prestadores, con el sistema nacional de salud, y abiertos a la cooperación con Brasil, especialmente considerando nuestra frontera con el Chuí.

—¿Cómo fue el proceso para concretar esta incorporación?

Complejo, largo, pero firme. Fue un trabajo colectivo de la Junta Directiva, con visión técnica y responsabilidad de gestión. Se evaluaron proveedores, se trabajó con el Ministerio de Salud Pública, se realizaron obras estructurales importantes para adaptar el edificio y cumplir con los requisitos técnicos. Y todo esto, sin descuidar a los usuarios, que son el centro de nuestra gestión.

—¿Qué le diría al afiliado de COMERO que lee esta noticia?

Que estamos trabajando para ellos. Que cada decisión de inversión que tomamos tiene un solo objetivo: mejorar su atención. Sabemos que toda gestión tiene aciertos y errores, pero siempre estamos comprometidos con fortalecer el servicio en beneficio del usuario. Esa es nuestra brújula.

Una mirada a futuro

La llegada del resonador magnético a Rocha no es solo una buena noticia para la medicina local: es también un mensaje claro sobre cómo planificar políticas sanitarias a escala departamental, sin depender exclusivamente de los grandes centros urbanos. Con esta inversión, COMERO se posiciona como un actor clave del sistema nacional, aportando infraestructura, capacidad diagnóstica y empleo.

En tiempos donde la descentralización muchas veces se queda en el discurso, esta apuesta se traduce en hechos. Y esos hechos, como dice el Dr. Moreno, empiezan a cambiar realidades.