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El Director de Hacienda de la Intendencia de Rocha, el economista Christian Knuth, destacó la presentación del Presupuesto Quinquenal 2026–2030, un plan que marca un antes y un después en la gestión departamental.
Se trata de un presupuesto basado en resultados, donde cada área deberá cumplir metas concretas y medibles, que podrán ser evaluadas por la ciudadanía. El gobierno proyecta más de 100 millones de dólares en obras durante el quinquenio, multiplicando por cinco la inversión respecto al período 2016–2020.
El plan incluye infraestructura en todo el departamento y una segunda generación de políticas sociales, con foco en salud, equidad territorial y bienestar.

Según Knuth, la clave ha sido la recuperación de más de 10.000 contribuyentes, fortaleciendo las finanzas y permitiendo mirar el desarrollo de Rocha con horizonte 2030.

Por primera vez, el debate presupuestal en Rocha deja de ser una discusión contable para convertirse en una hoja de ruta económica y social de largo aliento. El Director de Hacienda de la Intendencia, el economista Christian Knuth, pone números, método y horizonte a un quinquenio que apunta a cambiar la escala del desarrollo departamental.

El cierre de año suele ser un momento propicio para los balances. En Rocha, sin embargo, el ejercicio va más allá del repaso del presente: se trata de anticipar el futuro. Con la presentación del Presupuesto Quinquenal 2026–2030, el gobierno departamental introduce una lógica que trasciende la asignación de recursos y se apoya en un concepto cada vez más utilizado en la gestión pública internacional: el presupuesto basado en resultados.

“No importa solo cuánto se asigna a cada área, sino qué se espera lograr con esos recursos”, resume Knuth. La afirmación no es menor. Supone un cambio cultural en la administración subnacional, donde cada dirección deberá exponer objetivos, metas medibles y resultados evaluables por la ciudadanía y los contribuyentes.

Un salto cuantitativo en inversión pública

Los números explican parte de la magnitud del giro. El nuevo presupuesto prevé más de 100 millones de dólares en obras durante el quinquenio, una cifra inédita para el departamento. El dato adquiere dimensión cuando se lo compara: el período anterior ejecutó unos 62 millones de dólares; si se amplía la mirada al ciclo 2016–2020, el nivel de inversión se multiplica por cinco.

Una parte sustancial de este impulso se apoya en un fideicomiso ya aprobado por 40 millones de dólares, al que se sumarán otros 60 millones en inversión directa. El objetivo es claro: obras en todo el territorio, desde la ciudad de Rocha hasta la costa, las localidades del interior y los municipios. No se trata de proyectos concentrados, sino de una lógica de capilaridad territorial, clave para sostener actividad económica y empleo.

Presupuesto con método y respaldo técnico

Desde el punto de vista formal, el presupuesto rochense se alinea con las recomendaciones de organismos internacionales como el BID y con los enfoques que promueve la academia en materia de finanzas públicas. Aunque no es aún una práctica extendida a nivel nacional, la Oficina de Planeamiento y Presupuesto lo señala como el camino a seguir.

“El desafío fue grande, pero se logró”, afirma Knuth, subrayando que el proceso involucró a todas las direcciones de la Intendencia. La construcción del presupuesto exigió cuantificar el funcionamiento real de cada área, traducirlo en metas y proyectarlo a cinco años. El resultado es una herramienta que no solo ordena el gasto, sino que expone la gestión al escrutinio público.

Mirar más allá del quinquenio

Uruguay tiene una singularidad institucional: los presupuestos quinquenales obligan a pensar en clave plurianual. En el caso de los gobiernos departamentales, esto implica asumir una responsabilidad que va más allá del ciclo político. “No es solo pensar a cinco años, sino en las próximas generaciones”, sostiene el Director de Hacienda.

Esa visión se refleja en lo que Knuth define como una segunda generación de políticas sociales, complementaria al fuerte plan de obras. El nuevo presupuesto crea, por ejemplo, la Dirección de Salud y prioriza el acceso equitativo a servicios en todo el departamento: mamografías móviles, atención oftalmológica y reducción de brechas entre la capital y el interior profundo.

Programas ya consolidados como Rocha vuelve a sonreír o Venciendo adicciones, reconocidos incluso a nivel internacional, no solo continúan, sino que se integran a una estrategia más amplia de bienestar social con impacto económico indirecto.

La otra cara: ingresos, cumplimiento y confianza

Nada de esto sería posible sin una política activa de recuperación de ingresos. Desde 2021, la Intendencia impulsó amnistías fiscales, reempadronamientos y una gestión directa sobre la cartera de morosos. El resultado es contundente: más de 10.000 contribuyentes recuperados en el período.

La lógica combina incentivos y cercanía territorial. Se reconoce al buen pagador, se facilita la regularización y se refuerza la idea de corresponsabilidad fiscal. 

“Las obras existen gracias al contribuyente”, insiste Knuth, colocando la sostenibilidad financiera en el centro del contrato social local.

Un presupuesto histórico, con límites reales

El propio economista evita el triunfalismo. Reconoce que, pese al volumen histórico de inversión, no todos los reclamos podrán ser atendidos. El desafío, hacia adelante, será ganar eficiencia en el gasto corriente para reasignar recursos a inversión, sin comprometer la calidad de los servicios.

En un contexto regional donde muchos gobiernos subnacionales operan con presupuestos anuales y márgenes estrechos, Rocha ensaya una apuesta distinta: planificación, método y horizonte largo. No es solo una discusión de cifras, sino de modelo de desarrollo.

Al final del año, el mensaje es doble: agradecimiento al contribuyente y reafirmación del compromiso. Pero, sobre todo, una señal política y económica clara: el departamento no piensa solo en cerrar balances, sino en construir futuro hasta 2030.

Autor: ROCHAALDIA.COM