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A 43 años del conflicto bélico que enfrentó a Gran Bretaña con Argentina por las Islas Malvinas, la ciudadana uruguaya Ruth Morton rompió el silenció y brindó detalles a la cadena BBC cómo efectuó tareas de espionaje para la corona desde la ciudad costera de Mar del Plata.

Según narró en una entrevista concedida a un podcast del principal medio de comunicación público del Reino Unido, tenía 53 años cuando en 1982 la enviaron a espiar submarinos argentinos a la base naval de aquella localidad.

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Ruth Morton

“Yo solía decir que era inglesa”, reconoció Morton, hoy de 97 años y quien tiene ascendencia inglesa y escocesa. Sus padres, Eddie y Margaret, eran empresario y enfermera, respectivamente. Tenía dos hermanas mayores, Rose Lily y Miriam.

“Mi trabajo principal era vigilar el movimiento de tres submarinos”, contó la exespía británica, en referencia al ARA Santa Fe, ARA San Luis y ARA Santiago del Estero. Una mujer de alias “Claire” supervisaba todo desde Montevideo.

Morton había encontrado un hueco debajo de un edificio que le permitía ver todo lo que sucedía en la base desde unos “cientos de metros”.

"El lugar era arenoso, sucio y sumamente incómodo porque no había espacio. Ni siquiera podías sentarte. Me salieron ampollas en las rodillas y codos de tanto arrastrarme, pero fue al principio, luego me acostumbré", amplió.

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Ruth Morton

Para informar sobre los movimientos de los submarinos, la espía debía tomarse dos colectivos hasta un teléfono público y llamar a un contacto argentino, que le daba otro número para que telefoneara a otra persona, que siempre era diferente.

En reconocimiento a su trabajo, las fuerzas británicas le regalaron un bol de plata y un diploma firmado por sus responsables. “Me molestó. Porque no quería ningún reconocimiento. Lo hice porque pensé que era lo correcto, y no esperaba ninguna retribución”, sentenció.

¿Quién es Ruth Morton? image

Ruth Morton

Ruth Morton, de 97 años, nació en Uruguay, aunque sus padres eran británicos, y hace 42 años fue reclutada por los servicios de inteligencia del Reino Unido para operar como espía durante la Guerra de las Malvinas.

Alistada cuando el conflicto bélico se reactivó en 1982, a través de su hermana, quien trabajaba como empleada británica en Montevideo. Así, ambas dejaron Uruguay y se instalaron en en país vecino.

“No te podías parar: tenías que arrastrarte con los codos y las rodillas. Fue duro al principio, pero después me acostumbré”, recordó Morton en diálogo con La Nación.