Lo que ocurre en tu boca puede cambiar tu salud
Tres décadas de investigación científica, permiten vincular la microbiota con la salud física y mental. Con contundentes evidencias científicas, es posible afirmar que la microbiota afecta los diversos órganos y sistemas, así como la mente.
La Organización Mundial de la Salud, clasifica la enfermedad periodontal -vinculada a la alteración de la microbiota oral- como un problema de salud pública. Lamentablemente afecta a gran parte de la población mundial, mayor de 30 años.
¿Qué es la microbiota? La microbiota se describe como la comunidad de microorganismos vivos que viven en simbiosis con su huésped y que contribuyen al equilibrio u homeóstasis del organismo.
¿En qué parte del cuerpo está la microbiota? Hasta la fecha, podemos afirmar que la microbiota está presente en la boca, nariz, intestino y piel. Se clasifica, según el lugar dónde se aloja, en: microbiota intestinal, oral, respiratoria y cutánea.
La composición de la microbiota si bien comparte similitudes generales, presenta pequeñas diferencias, características del sitio donde se encuentra. Además, es interesante saber que la microbiota tiene características vinculadas al entorno, y la región de residencia de su huésped. Es dependiente de hábitos como el sueño, la alimentación, el ejercicio, los pensamientos y las emociones, entre otros.
¿Qué es la disbiosis? Es la alteración de la microbiota, lo cual implica el desequilibrio de las comunidades microbianas. Rompe el equilibrio y genera alteraciones e inflamación. Esta fractura de la armonía, siembra inflamación, que puede despertar múltiples disfunciones y enfermedades.
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¿Por qué es importante la microbiota oral? Porque es la segunda comunidad microbiana más grande en los seres humanos. La misma incluye la cavidad oral y dentro de ella la saliva, lengua, superficie de los dientes, encías, mucosa y paladar.
La microbiota oral, como las localizadas en otras áreas del cuerpo, tiene importantes implicancias en la salud y en la enfermedad. Numerosos estudios han demostrado una asociación consistente entre enfermedades periodontales y enfermedades sistémicas. Entre ellas, enfermedades cardiovasculares como la arteriosclerosis. ¿Cómo se vincula la microbiota oral con la arteriosclerosis? Básicamente a través de dos mecanismos: el primero, trata de microorganismos que pueden invadir células, causando lesiones y cambios patogénicos. Y el segundo, incluye la posible liberación de mediadores inflamatorios a la circulación sistémica.
Los investigadores también revelan que, pacientes con periodontitis, pueden presentar altos niveles de marcadores de enfermedad cardiovascular (de E-selectina, mieloperoxidasa e ICAM-1) lo que podría contribuir en la inflamación de los revestimientos internos de los vasos sanguíneos.
¡La salud bucal es cosa seria! Por eso es tan importante cuidarla. Entre los primeros signos de alteración, se encuentran: el sangrado espontáneo y el que se genera al cepillarse los dientes, el enrojecimiento o la inflamación de las encías y el mal aliento persistente (halitosis). Cuando la evolución de los signos continua y la situación se complica, puede aparecer: retracción gingival, movilidad dental, pérdida de inserción periodontal, formación de bolsas periodontales y sensibilidad dental.
Los hallazgos indican que la disbiosis de la mucosa oral, también podría estar implicada en el inicio y la progresión del cáncer oral, pancreático, genitourinario y gastrointestinal.
La investigación emergente, a su vez, sugiere que la microbiota oral puede ser contribuyente en trastornos neurológicos. A modo de ejemplo, los autores refieren haber detectado un patrón característico, en la microbiota oral de personas con diagnóstico de trastorno del espectro autista. De la misma forma, hallaron en la microbiota de personas con diagnóstico de depresión, un patrón distintivo.
Es contundente: la mala, insuficiente o inadecuada higiene bucal, puede influir en el desarrollo de patógenos que se alojan en la lengua, las encías y la superficie de los dientes, lo que altera la microbiota oral y genera un ambiente proclive para la enfermedad.
Además del impacto cardiovascular y neurológico, nuevos estudios revelan que la disbiosis de la microbiota oral, podría estar involucrada en diagnósticos como enfermedad del hígado graso no alcohólico, enfermedad hepática alcohólica y cirrosis. Las diversas investigaciones permiten afirmar que la microbiota impacta en los diversos órganos y sistemas del organismo, promoviendo salud o enfermedad.
¡Una gran y buena noticia! Podemos influir en nuestra microbiota y aún cambiar el destino de una microbiota alterada. Con el simple cuidado bucal, ¡ya estamos haciendo mucho! Aún en el caso que ya tengas alteraciones o diagnósticos establecidos, el tratamiento periodontal intensivo, reduce los marcadores inflamatorios sistémicos, mejora la presión sistólica y los perfiles lipídicos.
¡La boca es una ventana al cuerpo y la mente! Cuidar la salud bucal es proteger nuestros sistemas vitales. Hábitos sanos como un cepillado correcto, limpieza profesional y el tratamiento adecuado, cuando es necesario, promueven cambios profundos en nuestra salud integral y nuestro bienestar.
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