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La mesa bipartita instalada entre el Ejecutivo departamental y ADEOM Rocha amaneció este martes con expectativas de avance, pero terminó convertida en un campo de tensiones que obligó a trasladar la negociación colectiva al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Tras semanas de intercambios y actas firmadas, el sindicato confirmó que no hubo acuerdo salarial y que varios de los puntos previamente consensuados fueron retirados por el Ejecutivo, lo que detonó la ruptura.

En declaraciones a Rochaaldia.com, el presidente de ADEOM, Juan Rodríguez, describió la situación sin eufemismos:

 “Acabamos de tener la bipartita con el Ejecutivo y no llegamos a un acuerdo para firmar el convenio colectivo. Teníamos puntos respaldados en actas anteriores, pero ellos ahora consideran que no van". Según detalló, el sindicato propuso alternativas para mantener esos compromisos mediante el intercambio por otros beneficios, pero la contraparte se negó a aceptar cualquier reformulación.

El expendio: el punto que endureció el conflicto

La raíz más profunda de la tensión está en la decisión del Ejecutivo de cerrar el expendio, un beneficio histórico para los trabajadores municipales. 

“Si firmábamos un convenio hoy que regiría desde el 1º de enero, ese mismo 1º de enero estaríamos perdiendo el expendio. Firmar sabiendo que lo perdemos el mismo día que empieza a correr el convenio… estamos todos locos si aceptamos eso”, advirtió Rodríguez.

La eventual pérdida del expendio, un instrumento que forma parte de la identidad sindical del funcionariado municipal, fue interpretada por ADEOM como una línea roja que el Ejecutivo decidió cruzar. La negativa a negociar alternativas dejó al sindicato sin margen para validar un convenio que califican como “regresivo”.

Un quiebre que reabre viejas heridas

El conflicto no solo es salarial: expone un deterioro profundo en la relación institucional entre el sindicato y el Ejecutivo. Desde la Intendencia, sostienen —según fuentes consultadas— que algunos puntos acordados previamente quedaron sujetos a revisión presupuestal y que, ante la imposibilidad de incorporarlos en este convenio, deben ser removidos. Para ADEOM, esta explicación no hace más que agravar la sensación de retroceso y falta de garantías.

Rodríguez lo sintetizó con un mensaje inequívoco: “No estamos ni cerca de un acuerdo. Se recurrirá al Ministerio y veremos las medidas a tomar. Pero para perder, perdemos con las botas puestas y peleando. No nos queda otra”.

Un conflicto que trasciende el salario

La complejidad del caso revela algo más profundo: una disputa sobre la naturaleza misma del trabajo municipal, la vigencia de derechos históricos y el equilibrio de poder en la negociación colectiva. El traslado del diferendo al Ministerio de Trabajo marca un salto cualitativo. La negociación ya no es técnica ni administrativa; se vuelve política, con potencial impacto nacional, especialmente en un contexto de creciente atención sobre las relaciones laborales en el sector público.

La ruptura exhibe dos visiones enfrentadas: la del Ejecutivo, que busca un rediseño del gasto y una modernización del vínculo laboral; y la de un sindicato que se resiste a validar un convenio que, según denuncia, “nace amputado” y amenaza derechos consolidados.

Lo que ocurra en las próximas semanas —medidas sindicales, intervención ministerial y eventuales llamados a la conciliación— definirá no solo el futuro del convenio, sino también el clima laboral del inicio de 2026 en Rocha.

Autor: ROCHAALDIA.COM