De "soy tóxico" a "respeten el narcotráfico": las 17 frases uruguayas del 2025
Si el 2024 fue el año de las promesas de campaña y los spots de gimnasio, el 2025 fue el año en el que las palabras bajaron a tierra para chocar con la realidad del mando, la justicia y la pasión. Una frase puede ser un error de cálculo, un desahogo en un pasillo del Parlamento o un grito de guerra en una conferencia de prensa, pero sobre todo, es la fotografía de un momento que queda guardada en la memoria colectiva.
En este primer año de la administración de Yamandú Orsi, el lenguaje político mutó del eslogan electoral a la respuesta punzante. Entre "tropiezos discursivos" y defensas del liderazgo propio, el oficialismo y la oposición midieron sus fuerzas en un ring donde el tono, a veces, cruzó la frontera de lo políticamente correcto.
Pero Uruguay no fue sólo política. Fue también el año en que el narcotráfico nos habló de frente con una soberbia inédita, en el que la seguridad judicial se midió en "centímetros" y en el que el deporte nos recordó que, fuera del póker, en la cancha lo que mandan son las realidades (y a veces, la toxicidad). Desde el orgullo de una identidad "sin mate" hasta la reivindicación de que "lo viejo funciona" en la ficción, estas palabras no solo se dijeron: se quedaron.
A continuación, las 17 frases que definieron el 2025.
POLÍTICA Captura de Pantalla 2025-12-18 a la(s) 16.55.21 Yamandú Orsi: “Capaz que algunas de las noticias más importantes con respecto a la figura del presidente han sido la cantidad de los tropiezos discursivos o torpezas”A pocos días de cerrar su primer año de gestión, el presidente Yamandú Orsi se paró frente a la audiencia del Hotel Radisson en el tradicional almuerzo de ADM con una confesión que funcionó, al mismo tiempo, como escudo y como declaración de principios. En lugar de blindarse tras un discurso acartonado, el mandatario decidió abrazar lo que la oposición y parte de la prensa habían señalado como su flanco más criticado: su ambigüedad discursiva.
Durante buena parte de la campaña y sus primeros meses de gobierno, se instaló en el debate público la idea de que Orsi "no decía nada" o que era un experto en esquivar respuestas polémicas con rodeos interminables. Sin embargo, el 9 de diciembre, el presidente pateó el tablero de su propia reputación. "Lo políticamente correcto, confieso, me tiene un poco cansado", disparó, adelantando que sus "porrazos discursivos" no solo fueron una constante del 2025, sino que serán la tónica de los cuatro años restantes.
Con esta frase, Orsi intentó resignificar lo que sus detractores llaman "falta de claridad" como una forma de autenticidad docente. En lugar de esconderse, admitió la torpeza como un costo de "decir lo que piensa", marcando un quiebre con el estilo cuidadoso que lo caracterizó anteriormente. Detrás de la anécdota, aprovechó para pasar facturas políticas: criticó la "herencia recibida" mencionando deudas en el MTOP y ASSE, y defendió el aumento del 50% en la Tarjeta Uruguay Social. El mensaje fue claro: si antes lo acusaban de no decir nada para no chocar, ahora avisa que si choca es porque decidió dejar de lado el libreto y, finalmente, empezar a hablar.
ADEMU: “¿Usted se olvidó lo que es ser docente?”El idilio entre el gobierno frenteamplista y los sindicatos de la educación tuvo su primer gran choque de realidad en noviembre de 2025. El detonante fue una violenta golpiza en la Escuela 123 de Jardines del Hipódromo, un hecho que desató tres días de paro y una movilización masiva en la Plaza Independencia que terminó golpeando las puertas de la Torre Ejecutiva con un cántico que fue, a la vez, un reclamo y un recordatorio de identidad.
“A ver, a ver, señor presidente, ¿usted se olvidó lo que es ser docente?”, coreaban cientos de túnicas blancas frente al despacho de Yamandú Orsi. La frase caló hondo no solo por la contundencia del reclamo de seguridad, sino por la biografía del destinatario: Orsi fue profesor de Historia y militante sindicalizado durante casi 15 años antes de dedicarse de lleno a la gestión. El cántico desnudó la paradoja de un presidente que, habiendo estado "del otro lado", ahora debía administrar las urgencias presupuestarias (con el reclamo del 6+1% del PBI de fondo) y la crisis de convivencia en los barrios.
Aunque la reunión con la secretaria general de Ademu, Paola López, terminó con "gestos políticos" positivos —como el compromiso de patrullaje policial continuo y mayor apoyo social en territorio—, la frase quedó marcada como el primer síntoma de una luna de miel terminada. Fue el recordatorio de que, en el Uruguay del 2025, el origen no siempre garantiza la tregua: a Orsi le exigieron que el "maestro" cuidara a sus colegas, mientras que como presidente se le demandaba que el paro no siguiera afectando a las familias y la alimentación escolar.
Yamandú Orsi: “Me encanta que piensen que yo no mando”Hacia el cierre del año, en el ballroom del Hyatt Centric y bajo el marco de los Desayunos Búsqueda, Yamandú Orsi decidió enfrentar con ironía una de las críticas que más sobrevoló la Torre Ejecutiva en 2025: la idea de que el verdadero poder no reside en el presidente, sino en su entorno más cercano, específicamente en el secretario Alejandro “Pacha” Sánchez y el prosecretario Jorge Díaz.
“Me encanta, me encanta que piensen que yo no mando. Bajo el radar... dejá quieto, mejor así”, respondió Orsi entre risas. La frase no fue un simple chiste de ocasión, sino la reivindicación de un modelo de gestión que choca frontalmente con la hiper-presidencialidad de Luis Lacalle Pou. Mientras que el anterior mandatario cultivaba una imagen de control total sobre cada detalle de la administración, Orsi se siente cómodo delegando, incluso al punto de afirmar que se sorprende por algunas decisiones de sus ministerios y que prefiere "ni enterarse" mientras el equipo trabaje.
Para el presidente, la "excesiva centralidad" es una debilidad que él prefiere cambiar por un esquema de juego colectivo, aunque aclaró que "la última resolución es del presidente". Esta postura de liderazgo horizontal ha sido el blanco preferido de la oposición, que lo acusa de falta de autoridad. Sin embargo, Orsi parece haber encontrado en esa supuesta debilidad una fortaleza estratégica: dejar que sus piezas se muevan con autonomía para intervenir solo cuando es necesario "rebotar" una resolución.
Sebastián Da Silva: “Puto de mierda”Si el 2025 tuviera que ser recordado por un momento de "tackle alto" en el Parlamento, sin duda sería la madrugada del 13 de agosto. Lo que comenzó como la primera interpelación del año al gobierno de Orsi —con el ministro Alfredo Fratti explicando la millonaria compra de la estancia María Dolores— terminó en un escándalo que obligó a suspender la sesión y activó las alarmas de la ética legislativa.
El senador nacionalista Sebastián Da Silva, fiel a su estilo visceral y de "ir al choque", perdió los estribos cuando el oficialista Nicolás Viera lo vinculó con la estafa de Conexión Ganadera. Parado a espaldas de su colega, Da Silva disparó el insulto homofóbico que paralizó la cámara: “Puto de mierda”. El exabrupto no solo cerró la sesión de forma abrupta, sino que desató una tormenta de pedidos de sanción por "desorden de conducta" bajo el artículo 115 de la Constitución, impulsados por una bancada frenteamplista que, encabezada por Blanca Rodríguez, no dejó pasar lo que consideró un "delito de odio".
Días después, Da Silva ensayó una disculpa con metáforas de rugby, admitiendo que se había "ido al pasto" con un tackle al cuello, aunque no sin antes recordar que Viera lo había llamado "simio" en redes sociales años atrás. "Si me dicen estafador, voy a reaccionar hoy, mañana y siempre", sentenció, reivindicando su derecho a la "calentura" humana frente a la infamia. La frase quedó grabada como el símbolo de un clima parlamentario de máxima tensión, donde la pasión por el "alambrado" que divide a la política uruguaya terminó rompiendo, una vez más, los protocolos de la casa de las leyes.
Gabriel Oddone: "La situación fiscal que el país hoy tiene por delante requiere de una consolidación o convergencia fiscal"El 5 de setiembre, en el marco de la Comisión de Presupuesto de Diputados, el ministro de Economía Gabriel Oddone pronunció las palabras que marcaron el rumbo de la billetera estatal para el quinquenio. Con un tono técnico pero cargado de realismo político, Oddone justificó los cambios impositivos incluidos en el proyecto de ley bajo una premisa que se volvió su mantra: el país ya no es el que dictaban las proyecciones de campaña.
El ministro reconoció que su postura respecto a la presión fiscal cambió radicalmente al cruzar el mostrador. Si antes creía que ciertos ajustes no eran necesarios, fue porque la información disponible hablaba de un déficit proyectado del 2,8%, cuando la realidad que encontró al asumir fue un déficit del 4,1% del PIB. "El escenario fiscal no tiene nada que ver con el que nadie se imaginaba hace un año", sentenció, dejando claro que el "ordenar la casa" obligaba a una convergencia fiscal inmediata.
La frase no pasó desapercibida para la oposición. El Partido Nacional, a través del diputado Sebastián Andújar, acusó al gobierno de realizar un "ajuste fiscal sobre las personas" y de abandonar la filosofía de control del gasto. Mientras tanto, Oddone mantenía la guardia alta, advirtiendo que pedidos como los de la Udelar eran imposibles de cumplir en su totalidad y que áreas sensibles como la ley de violencia de género tendrían que lidiar con la "restricción fiscal" existente.
Yamandú Orsi: "Puedo pensar que a él lo arrastró un amor no correspondido"La relación entre Yamandú Orsi y Luis Lacalle Pou, que durante la transición de mando parecía navegar por aguas de "civilidad uruguaya", encalló definitivamente en octubre de 2025 tras el escándalo de las patrullas oceánicas (OPV). La decisión del gobierno de rescindir el contrato con el astillero español Cardama —debido a una garantía presuntamente falsa vinculada a una empresa fantasma en el Reino Unido— provocó la reaparición mediática más virulenta del expresidente Lacalle Pou, quien acusó a Orsi de "pasarse de rosca" y de montar una "operación política".
La respuesta de Orsi, el 28 de octubre, mezcló la ironía con el golpe político: "El expresidente tiene derecho a pensar lo que quiera. Yo también puedo pensar que a él lo arrastró un amor no correspondido, porque la empresa no se ha portado tan bien con el Estado como ellos sí se portaron". Con esta metáfora, Orsi no solo retrucó la acusación de su antecesor, sino que invirtió la carga de la prueba, sugiriendo que la administración anterior había sido "engañada" o "traicionada" por un exceso de confianza hacia la firma española.
La frase marcó el punto más bajo en la relación entre ambos líderes y resumió el gran dilema de las OPV: para la oposición, fue una rescisión apresurada que dañó la imagen internacional del país; para el oficialismo, fue un acto de defensa soberana ante una "estafa evidente".
JUDICIALES Captura de Pantalla 2025-12-18 a la(s) 16.44.34 Sebastián Marset: "Respeten el narcotráfico"En junio de 2025, el hombre más buscado de la región volvió a demostrar que su capacidad para quebrar la agenda pública es tan potente como su habilidad para eludir capturas. Desde la clandestinidad, y mediante un extensa carta, el narcotraficante uruguayo Sebastián Marset lanzó una frase que heló la sangre: “Respeten el narcotráfico”.
Lejos de esconderse, Marset reapareció con una verborragia desafiante, centrando su ira en las autoridades de Paraguay tras la detención y extradición de su expareja, Gianina García Troche. En su misiva, el prófugo no solo exigió que "dejen de meterse con su familia", sino que disparó contra todo el continente con una lógica de "entre fantasmas no nos vamos a pisar las sábanas". Acusó a los gobiernos de la región de ser hipócritas que "viven del narcotráfico" mientras le "lamen los huevos" a Estados Unidos, e incluso llegó a elogiar al gobierno de Venezuela por ser un "narcogobierno que no lo niega".
La frase marcó un hito en la comunicación del crimen organizado en Uruguay. Marset dejó de ser solo un nombre en un expediente judicial para convertirse en un actor que "pide respeto" para su rubro, ironiza sobre el "deseo sexual" que las autoridades uruguayas tendrían con él y ofrece "poner la cifra" para terminar con lo que llama una farsa. En un 2025 donde la seguridad fue el tema central, Marset nos recordó que mientras la inteligencia estatal busca "sapos", él se siente el dueño de una ciudad tomada que no piensa entregar.
Mónica Ferrero: “No me mataron por 15 centímetros”El 2025 será recordado como el año en que el narcotráfico cruzó el último umbral de la institucionalidad uruguaya. En la madrugada del 28 de septiembre, un comando de delincuentes encapuchados irrumpió en los techos de la casa de la fiscal de Corte, Mónica Ferrero, detonó una granada y efectuó disparos. Un mes después, al comparecer ante la Comisión de Presupuesto del Senado, Ferrero le puso voz a esa madrugada con una frase escalofriante: “No me mataron por 15 centímetros”.
La fiscal relató ante los legisladores cómo las esquirlas de la granada llegaron hasta su habitación mientras descansaba. Pero el testimonio de Ferrero no fue solo una crónica de supervivencia personal; fue una advertencia política sin precedentes. Según la máxima jerarquía del Ministerio Público, el atentado no fue un intento de homicidio fallido, sino un "mensaje" estratégico. "Si llegan a mí, pueden llegar a cualquiera", disparó, advirtiendo a políticos y periodistas que "no saben lo cerca que están" de que les ocurra lo mismo.
Ferrero fue tajante al señalar que Uruguay está subestimando el poder del crimen organizado y que la violencia en el país ya "no está lejos de lo que pasa en Río de Janeiro". En un 2025 donde el presupuesto y la seguridad dominaron la discusión, los 15 centímetros de Ferrero se convirtieron en la medida exacta de la fragilidad de la democracia frente al avance del narco.
Eduardo Blasina: “Es probablemente la mayor estafa de la historia del Uruguay”La caída de Conexión Ganadera no fue solo un sismo para el sector agropecuario, sino un golpe de gracia a la confianza del inversor uruguayo promedio. En marzo, mientras se terminaba de dimensionar el cráter financiero, el ingeniero agrónomo Eduardo Blasina le puso nombre y apellido al fenómeno. Para el especialista, el caso trascendió las fronteras del campo: "Visto de afuera es probablemente la mayor estafa de la historia del Uruguay", sentenció en una entrevista.
Blasina fue tajante al defender a los ahorristas, rechazando la idea de que la estafa fuera "evidente" por la ambición de los clientes. Al ofrecer una renta fija de entre el 7% y 8% —similar a lo que cualquier empresa sólida pide en un crédito—, el modelo de Pablo Carrasco y Gustavo Basso logró mimetizarse con la honorabilidad profesional, evitando las luces de alerta que sí encendían otros esquemas de "ruleta". Según Blasina, el problema no estuvo en la tasa, sino en un "desorden descomunal" y una falta de control estatal que permitió que cientos de personas pusieran su dinero basándose únicamente en la confianza y en los carteles de la carretera.
Su diagnóstico final fue igual de lapidario respecto al futuro. Blasina calificó como "imposible" que los inversores recuperen su capital. La frase quedó como el resumen de un año en el que el Uruguay ganadero aprendió, de la forma más dolorosa, que un discurso pomposo y una cara conocida no siempre son garantía de solvencia.
DEPORTE Captura de Pantalla 2025-12-18 a la(s) 16.51.03 Marcelo Bielsa: "Yo siempre digo una palabra: soy tóxico. Relacionarse conmigo empeora al que se relaciona conmigo"El 18 de noviembre la selección uruguaya jugó un amistoso contra Estados Unidos y perdió 5-1. La derrota fue tan escandalosa que —sumada al accidentado periplo de la Celeste desde la Copa América de 2024 a esta parte— motivó una conferencia de prensa del entrenador argentino Marcelo Bielsa, cuestionadísimo desde que en 2024 Luis Suárez lo defenestró públicamente por su forma de ser y relacionarse con los jugadores, a lo que se sumó el magro desempeño futbolístico de la selección.
Aunque unos cuantos se relamían palpitando la renuncia pública de Bielsa, el argentino echó esa posibilidad por tierra en los primeros compases de su conferencia, que duró casi dos horas y que dejó frases como esta.
El argentino se desnudó (metafóricamente) ante los medios, comentando aspectos de su personalidad y de su vínculo con los futbolistas que confirmaron el prejuicio de que la mayor parte de los que patean pelotas profesionalmente no son personas particularmente destacadas desde lo intelectual, de que algunos de ellos no son faros de madurez emocional, y de que Bielsa debe ser un tipo bastante complicado de tratar y tener como jefe.
Julia Paternain: "Mi sangre es uruguaya, mi acento es un poco raro. Mis padres son de Uruguay, mi familia son todos uruguayos, crecí yendo a Uruguay para las fiestas (de fin de año), iba al Parque Rodó, me encantaba. No me gusta el mate, es lo único. Pero aparte de eso, soy uruguaya"Hasta el 14 de setiembre de 2025, pocos uruguayos sabían quién era Julia Paternain. Ese día, en Tokio, la atleta entró tercera en la maratón, y ni ella lo podía creer. La diferencia horaria hizo que casi que literalmente de la noche a la mañana Paternain se convirtiera en figura pública, gracias al histórico e inédito hito deportivo logrado, como la primera atleta uruguaya en ganar una medalla en un Mundial de Atletismo.
Aunque lo de uruguaya fue puesto en duda por unos cuantos compatriotas, que cuestionaron que esta corredora nacida en México y que pasó la mayor parte de su vida entre el Reino Unido y Estados Unidos defendiera la camiseta del país de sus padres.
Pero Paternain se encargó enseguida de explicitar su cariño por este territorio, al punto que lo primero que gritó luego de darse cuenta de lo que había conseguido en la maratón fue el viejo y querido “Uruguay nomá”.
Ignacio Ruglio: “Los líos están en 8 de Octubre”Siempre locuaz y afecto a la polémica, el presidente de Peñarol dio una entrevista allá por enero al programa Polideportivo de Canal 12 en la que dijo esta frase, refiriéndose a que el año deportivo había empezado entreverado para su rival Nacional, que echó a su entrenador Martín Lasarte y lo terminó reemplazando por… Martín Lasarte, luego de varias negativas de otros técnicos, y que venía de dos campeonatos sin ganar.
Aunque el resto del año fue también tumultuoso para el equipo tricolor, fue finalmente Nacional el que este año levantó la copa de campeón uruguayo. La frase de Ruglio, aunque convertida en meme y aunque apareció de forma recurrente ante cada tumbo bolsilludo, terminó envejeciendo mal: Nacional la usó para reírse de Ruglio luego de que le ganaran la final del Uruguayo a Peñarol.
Diego Aguirre: “Esto no es póker, es fútbol”El técnico de Peñarol también tuvo este año una frase memorable generada en un ida y vuelta con la institución rival, y más concretamente con el vicepresidente de Nacional, el verborrágico Flavio Perchman.
En la semana del clásico por el Torneo Clausura, Perchman había vaticinado un triunfo de Nacional por 2 a 0. Finalmente ganó Peñarol 3 a 0, con una marcada superioridad en la cancha del estadio Campeón del Siglo.
Consultado por esos dichos en la conferencia de prensa posterior al partido, Aguirre chicaneó con esta respuesta al vice tricolor, practicante de ese juego de cartas. Aunque en la mano final, Aguirre y Peñarol se fueron al mazo, y Nacional festejó con mesa de póker incluida.
Flavio Perchman: "Los periodistas de Nacional son más periodistas que hinchas y los periodistas de Peñarol son más hinchas que periodistas"Aunque su nivel de exposición mediática es tan alta que hasta le generó algún problema interno, pocas de todas las frases que dijo Perchman este año quedaron tan grabadas como este dardo lanzado a los periodistas deportivos de este país.
Sin dar nombres (aunque unos cuantos asociaron enseguida a personalidades de los medios de ahora y de antaño con ambas mitades de la frase de Perchman), el vicepresidente de Nacional dijo que conocía "la filiación del 90% del periodismo", y que hoy "está mucho más parejo que en otras épocas" entre Nacional y Peñarol.
Perchman incluso acusó que "todas las semanas sale una noticia falsa de Nacional".
Ernesto Dehl: "El fútbol uruguayo no vale US$ 50 millones, no quiero fantasías"Si de frases que envejecieron mal se trata, este dicho del presidente de Cerro Largo pica alto en vista de lo que terminó ocurriendo.
En el marco de la extensa y cruenta saga de la lucha por la renovación de los derechos de transmisión del fútbol uruguayo, Dehl fue uno de los que se posicionó a favor de la renovación con la empresa Tenfield, una postura contraria a la de la presidencia de AUF comandada por Ignacio Alonso, que pujaba por una licitación. En ese ida y vuelta, Dehl dijo esta frase, que se convirtió en uno de los mantras de los "pro Tenfield".
Finalmente, Alonso impuso su postura, se realizó la licitación, y los que vaticinaban que no habría apuestas por más de US$ 20 millones vieron cómo el llamado dejó como resultado un escenario en el que ingresarán US$ 67 millones por año. El 22 de diciembre la AUF anunciará los ganadores finales de la licitación.
CULTURA Captura de Pantalla 2025-12-18 a la(s) 16.52.57 Humberto de Vargas: "Soy de barrio"El comunicador Humberto de Vargas empezó el año con su debut en streaming (con una participación como conductor y editorialista en el canal Undertake media), y lo terminó lejos de la pantalla luego de ser despedido por un incidente que lo tuvo como protagonista junto al sindicalista Gustavo Ricci en la palabra del mencionado canal.
De Vargas acabó a las trompadas con Ricci, luego que este en medio de un monólogo le dijera al comunicador que hacía "preguntas pelotudas, sin ningún sentido, y de cagón".
Mientras Ricci lo pinchaba, un cada vez más furioso De Vergas le retrucaba con la frase "guarda conmigo, soy de barrio. Me decís cagón dos veces y te cazo del cogote".
La cosa llegó a las manos, y aunque luego los dos involucrados pidieron disculpas, a De Vargas le costó su puesto en Undertake. Tiempo después, De Vargas dio algún detalle más de su expresión: argumentó que quiso explicar que proviene del barrio Manga y que tuvo una crianza en la que su madre "trataba que ese niño que no tenía una figura paterna, que no tenia un hombre enfrente, que solamente era criado por su mamá se supiera defender solo".
Sobre la decisión de Undertake de despedirlo, dijo que la decisión "es típica de alguien que no es de barrio".
César Troncoso (como Alfredo "Tano" Favalli): “Lo viejo funciona”Aunque en esta era de sobreabundancia de opciones y contenidos el impacto cultural de las series de streaming dura menos que una mesa de comida gratis adelante de un grupo de periodistas, hay algunas excepciones. Y El Eternauta fue una de ellas.
La serie protagonizada por Ricardo Darín que adapta la historieta más famosa de la historia argentina (salvo Mafalda) se convirtió en un fenómeno regional por su escala, ambición y eficacia. Las aventuras de un grupo de sobrevivientes de una invasión extraterrestre en medio de una Buenos Aires nevada generaron días y días de conversación. Y en medio de todo el asunto, un uruguayo.
Más allá del protagónico de Darín, buena parte de las miradas en la serie se las llevó el actor César Troncoso, que encarna en el proyecto a Alfredo Favalli, mejor amigo y colega de andanzas del protagonista, Juan Salvo. El uruguayo conquistó al público con su mezcla de ternura, agresividad y sagacidad, y dejó además la frase más recordada de la serie.
"Lo viejo funciona" exclama Favalli cuando descubre que los antiguos aparatos analógicos son los únicos que resisten luego del apagón generalizado que precede a la invasión, una expresión que cobra un doble sentido dado el protagonismo de un grupo de sobrevivientes que ronda las seis décadas de vida.
La expresión de Favalli trascendió a la serie y se convirtió en una expresión habitual en internet, usada tanto como meme como con referencias a la política y la sociedad actuales.
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