La Intendencia Departamental de Rocha advirtió sobre la detección de nuevas edificaciones realizadas sin permiso de construcción, en el marco de los procedimientos de monitoreo territorial. A través de la Dirección de Ordenamiento Territorial, el gobierno departamental exhortó a los titulares de las construcciones irregulares a presentarse ante la Intendencia para regularizar su situación, recordando que el cumplimiento de la normativa es obligatorio.

Desde el organismo señalaron que los controles continuarán y que el ordenamiento territorial es clave para garantizar un crecimiento urbano planificado y equitativo.

La expansión urbana sin control vuelve a encender una señal de alerta en Rocha. En el marco de los procedimientos de monitoreo territorial, la Intendencia Departamental de Rocha, a través de la Dirección de Ordenamiento Territorial, identificó la existencia de nuevas edificaciones realizadas sin el correspondiente permiso de construcción, una práctica que, lejos de ser aislada, expone un problema estructural vinculado al crecimiento desordenado del departamento.

El comunicado oficial, difundido en las últimas horas, confirma que estas construcciones fueron detectadas durante tareas sistemáticas de fiscalización y control, y exhorta a los titulares de los inmuebles involucrados a presentarse ante la Intendencia para regularizar su situación. El mensaje es claro: no se trata solo de un trámite administrativo, sino de una obligación legal y territorial.

Detrás de la advertencia hay algo más que papeles y expedientes. El ordenamiento territorial no es una abstracción técnica: define cómo crecen las ciudades, cómo se protegen los recursos naturales, cómo se planifican los servicios públicos y cómo se garantiza la convivencia entre desarrollo y legalidad. Construir sin permiso no solo vulnera la normativa vigente, sino que compromete la planificación urbana y genera inequidades frente a quienes sí cumplen con los procedimientos establecidos.

Desde la Intendencia subrayan que el monitoreo territorial continuará y que estas acciones forman parte de una política sostenida de control, especialmente relevante en un departamento donde el crecimiento inmobiliario, impulsado por el turismo y la inversión privada, avanza a ritmo acelerado. La omisión de permisos no es menor: puede derivar en sanciones, multas y, en casos extremos, en la imposibilidad de regularizar lo construido.

El llamado a regularizar apunta, además, a evitar conflictos futuros. Una edificación fuera de norma no solo afecta al propietario, sino también al entorno, a la infraestructura y al interés colectivo. En ese sentido, el comunicado funciona como advertencia, pero también como oportunidad para encauzar situaciones irregulares antes de que escalen.

El mensaje institucional es contundente y marca un límite: el crecimiento de Rocha no será a cualquier costo ni por fuera de la ley. En tiempos donde el territorio es un bien cada vez más disputado, el control y la planificación vuelven a colocarse en el centro del debate público. Y esta vez, la Intendencia decidió hacerlo visible.