La Intendencia de Rocha y ADEOM firmaron un convenio colectivo histórico, con vigencia hasta el año 2030, que garantiza estabilidad laboral y reglas claras para los trabajadores municipales durante los próximos cinco años. El convenio asegura ajustes salariales por IPC, incorpora una partida económica escalonada y permanente, mantiene beneficios sociales como el 50% de descuento en la Contribución Inmobiliaria y refuerza ámbitos de salud, seguridad laboral y carrera administrativa. Además, incluye una cláusula de paz, que prioriza el diálogo antes de cualquier conflicto gremial.

El acuerdo es resultado de una negociación colectiva sostenida, encabezada por el secretario general de la Intendencia, Valentín Martínez, y el director de Administración, Eduardo Píriz, en un proceso que priorizó el diálogo y la planificación a mediano plazo.

En tiempos de incertidumbre, Rocha fija reglas claras y apuesta a la negociación colectiva como herramienta de gestión.

La Intendencia de Rocha y el sindicato de trabajadores municipales (ADEOM Rocha) firmaron un convenio colectivo con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2030, que consolida derechos laborales, ordena el vínculo entre las partes y garantiza previsibilidad institucional durante los próximos cinco años.

El acuerdo es el resultado de una negociación colectiva sostenida, encabezada por el secretario general de la Intendencia, Valentín Martínez, y el director de Administración, Eduardo Píriz, quienes llevaron adelante el proceso en representación del Ejecutivo departamental, articulando viabilidad presupuestal, demandas sindicales y planificación a mediano plazo.

En un escenario marcado por la incertidumbre económica y la rotación política, la firma de un convenio de esta duración representa una señal clara de estabilidad y gobernabilidad, tanto para los trabajadores municipales como para la propia administración.

El texto firmado establece, entre otros puntos centrales, un régimen de ajustes salariales atado al Índice de Precios al Consumo (IPC), con correctivos periódicos, garantizando que el salario no pierda poder adquisitivo. A esto se suma una partida extraordinaria escalonada, que se incrementará entre 2027 y 2030 y quedará incorporada de forma permanente, ajustándose también por IPC.

En materia de carrera administrativa, el Ejecutivo asume el compromiso de continuar ocupando las vacantes generadas, respetando los mecanismos de prelación y los concursos ya homologados, además de habilitar nuevas instancias de ascenso y capacitación para funcionarios presupuestados y contratados.

El convenio también aborda aspectos sensibles del vínculo laboral. Se mantienen las condiciones de trabajo en el ámbito bipartito, se refuerza la capacitación en seguridad y salud ocupacional y se crea una comisión específica para el abordaje de situaciones de acoso laboral, consolidando ámbitos de prevención y diálogo.

En el plano social, el acuerdo ratifica beneficios como el descuento del 50% de la Contribución Inmobiliaria para única vivienda de funcionarios y jubilados municipales, así como la posibilidad de acceso a nichos en necrópolis departamentales para familias en situación de vulnerabilidad. En materia de salud, se establece la participación de ADEOM como veedor en eventuales negociaciones sobre cobertura médica.

Otro punto relevante es la inclusión de mecanismos vinculados al premio por retiro, extendiendo su alcance a funcionarios con 30 años de servicio que, al cierre de 2025, no hayan configurado causal jubilatoria, estableciendo plazos claros y reglas precisas para su aplicación.

El convenio incorpora, además, una cláusula de paz, que prioriza el diálogo y agota las instancias bipartitas y tripartitas antes de cualquier medida gremial, reforzando la lógica del acuerdo por sobre el conflicto.

El acuerdo para la administración departamental, representa una herramienta de ordenamiento y planificación que trasciende coyunturas y períodos de gobierno.

La firma de este convenio no es solo un cierre administrativo. Es una definición política: apostar al diálogo, a la negociación colectiva y a la estabilidad como forma de gestión pública. En Rocha, al menos por los próximos cinco años, las reglas están claras.