Escuchar artículo

La situación de militares, policías y civiles que están presos en la cárcel especial de Domingo Arena es una de las banderas de Cabildo Abierto desde su creación.

Los conducidos por Guido Manini Ríos presentaron un proyecto de ley en el período pasado que habilitaba el arresto domiciliario de los mayores de 65 años y luego los blancos dieron a conocer uno similar que subía a 70 la edad. Este último resultó aprobado en el Senado pero naufragó en Diputados.

Pese a que la coalición perdió el gobierno, el tema volvió al centro de la agenda este fin de año luego que el semanario Búsqueda diera a conocer una reunión entre el presidente de la República, Yamandú Orsi, y el titular de la Suprema Corte de Justicia, John Pérez. En ese encuentro, Orsi le transmitió su preocupación por la salud de algunos de ellos a partir de informes del Hospital Militar que le había enviado la ministra de Defensa, Sandra Lazo, y Pérez le contestó que la disposición legal vigente establece que los jueces pueden resolver de forma independiente ante cada caso.

Más allá de generar discusión pública, ese movimiento de Orsi generó un nuevo envión legislativo. Con algunos cambios, el diputado Rodrigo Goñi (Partido Nacional) retomó el proyecto aprobado hacía poco tiempo mientras que el senador Pedro Bordaberry presentó otro que otorga la prisión en el domicilio a los mayores de 75 años.

Ambos enfatizaron en que la solución busca avanzar respecto a los crímenes ocurridos en la dictadura en el marco de un “espíritu pacificador” que consiga la “reconciliación y el nunca más”.

¿Cuántas personas están en Domingo Arena? ¿Cuáles son sus condiciones? Si bien la información sobre la cárcel es manejada con reserva por el Instituto Nacional de Rehabilitación, el ahora ex comisionado parlamentario para el sistema carcelario, Juan Miguel Petit, reveló algunos detalles en su último informe, presentado en setiembre de este año.

En ese trabajo señaló que hubo –en promedio– 33 personas alojadas en Domingo Arena en 2024 pero que se registró una muerte por lo que en 2025 hubo 32.

La cantidad viene creciendo, principalmente en los últimos años. En 2016 había 14 personas, mientras que en 2021 subió a 23. En 2023 la cifra ascendió a 28 y en 2024 llegó a 32. De ellos, 26 están sin condena y 6 condenados. Este lunes nueve militares fueron condenados por el caso Roslik por lo que estos números podrían sufrir alguna variación.

La cárcel fue creada en 2006 utilizando lo que era una unidad militar que alojaba a militares y civiles acusados o condenados de cometer delitos graves durante la dictadura militar 1973-1985.

Petit la describió como una casona central con un amplio corredor con dormitorios espaciosos y buena iluminación a sus costados, con salones para almorzar o estar. “El lugar es limpio y tiene espacios al aire libre con posibilidad de actividad productiva y ejercicio”, señaló.

El comisionado valoró que la unidad es “pequeña” en referencia a las otras cárceles que tiene Uruguay y que los internos tienen la oportunidad de tener una “vida digna” con “condiciones similares a un espacio hogareño individual, del tipo rural, con posibilidad de tener en sus propios dormitorios no solo enseres de uso cotidiano o recreación, sino también elementos para manualidades, artesanías y lectura o juego de mesa, todo lo cual es positivo”.

“La población ha ido aumentando pero sin alterar la condición de una cárcel de manejo sencillo y cotidianeidad tranquila, donde buena parte de los internos superan largamente los 60 años”, escribió y relató que había espacios comunes bien equipados y posibilidades de trabajo en huerta o taller.

A su juicio, la unidad “funciona muy ordenadamente” y no se han registrado incidentes de entidad, aunque el aumento de la población puede “tensionar la convivencia”.

“Los internos están en habitaciones que en general son individuales, llegando a tener dos internos en algunos casos. Los cuartos están bien calefaccionados y equipados, que desembocan en dos alas con un corredor central. Los baños son compartidos, y están en buen estado”, dijo.

También planteó que las visitas están habilitadas todos los días de 9 a 17, que la alimentación era “muy buena, con menú saludable y variado, proporcionado por el Ministerio de Defensa” y que los internos cuentan con un área de limpieza con lavarropas y secarropas.

“Problemas” a encarar

En su informe, Petit señaló que dentro de los principales problemas a encarar estaba la atención sanitaria dada la “singularidad de la población” –por su edad y porque está a cargo de Sanidad Militar, teniendo como referencia al Hospital Militar, aunque hay internos que pueden tener cobertura mutual.

“Si bien la atención médica es muy correcta, la edad de los internos muestra que contar con un servicio que atienda las necesidades específicas de la tercera edad es una carencia del sistema general, donde habitualmente se aloja una población menor a los 40 años”, destacó.

Valoró que tuvieran “enfermería disponible durante todo el día, y el seguimiento de patologías previas es realizado rigurosamente” pero planteó que la edad de la población “amerita la dotación de un servicio de geriatría para adecuar los requerimientos médicos generales a las especificidades de la edad más avanzada”.