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La subsecretaria de Turismo, Ana Claudia Caram, dejó un mensaje claro en su participación en el programa Desayunos Informales: Uruguay debe apostar a la calidad del servicio y la profesionalización del sector como pilar estratégico. No se trata únicamente de llenar destinos durante enero; la visión es un país atractivo durante los doce meses del año.

Caram expresó que se venía detectando un crecimiento sostenido de visitantes, con picos cercanos al 10%, aunque las últimas mediciones de empresas consultoras —como Simba y la Universidad Católica— señalan cierto estancamiento circunstancial. En contraste, los operadores turísticos transmiten una percepción positiva respecto a reservas y expectativas para la temporada que se aproxima. Lo concreto, sostiene Caram, se verá cuando los visitantes efectivamente lleguen y se transformen en estadística real.

Brasil: el gigante a conquistar

La subsecretaria puso énfasis en un objetivo concreto: atraer al público brasileño, especialmente al que habita en el sur del país vecino —región que concentra 50 millones de habitantes—. Hoy el promedio anual de visitantes desde Brasil ronda los 500.000, número que el Ministerio pretende ampliar significativamente.

Para esa meta se trabaja con campañas focalizadas, alianzas con operadores turísticos y presencia sostenida en ferias y encuentros internacionales. El enfoque va más allá de precios o atractivos playeros: Uruguay ofrece estabilidad, tranquilidad, hospitalidad y una propuesta cultural fuerte, elementos que —según Caram— el visitante brasileño valora incluso más que el paisaje costero.

Argentina: estabilidad emocional del viajero y decisiones sostenidas

Respecto al turista argentino, Caram subrayó que Uruguay viene recibiendo en promedio 1.7 millones de visitantes anuales desde ese país. El desafío trazado públicamente es alcanzar los 2 millones, manteniendo e incrementando un flujo vital para la economía turística nacional.

Más allá de la coyuntura económica y la oscilación cambiaria, el viajero argentino elige Uruguay —según Caram— por una percepción de seguridad institucional y previsibilidad a la hora de planificar vacaciones. La estabilidad política uruguaya opera como factor silencioso, pero determinante.

Desafíos en infraestructura y servicios: la experiencia del visitante

Caram fue directa al referirse a un problema conocido: la presión sobre los servicios durante la alta temporada, especialmente en puntos costeros como los balnearios de Rocha, donde poblaciones de 10.000 residentes pueden escalar a 80.000 en cuestión de semanas.

La apuesta oficial está en elevar estándares, profesionalizar equipos, ampliar la atención durante más meses del año y fomentar una cultura turística interna que aliviane la dependencia de los 20 días pico de enero. El objetivo: un turismo sostenible en vez de uno estacional.

El valor agregado que Uruguay ofrece

No todo se resume a sol y playa. Según Caram, Uruguay atrae por su gastronomía, su cultura, su oferta de eventos, el enoturismo y la calidad humana del contacto entre anfitrión y visitante. Incluso se observa un aumento significativo de turismo de eventos, congresos y celebraciones privadas, como bodas internacionales que eligen Uruguay por su entorno, servicios de catering y prestigio profesional de su industria turística.

Un horizonte claro

Uruguay se prepara para un tránsito turístico inteligente, que no se mida exclusivamente en cantidad de visitantes sino en calidad de experiencia e impacto económico distribuido. Si el país logra sostener esa línea —servicios de mayor nivel, formación del capital humano y diversificación estacional— podrá consolidarse como destino confiable y atractivo en la región.

Autor: ROCHAALDIA.COM