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El edil Pablo Larrosa, del Frente Amplio lista 609, elevó a la Junta Departamental un reclamo urgente de los vecinos de Ruta 109, que une Rocha y Maldonado. Larrosa advierte que los gobiernos departamentales deben coordinar y presentar antes del 17 de noviembre el proyecto ante la OPP para el asfaltado total de la ruta, de la que solo ocho kilómetros están pavimentados. El camino, de 59 kilómetros, es clave para el transporte educativo, productivo y turístico, pero hoy representa un riesgo diario para más de 200 personas que lo transitan.
La falta de obras impide además que el MTOP habilite el transporte público entre Aiguá y Rocha.
“El tiempo se agota —dijo Larrosa— y no actuar sería dejar pasar otra oportunidad de desarrollo para nuestra gente.”

Escribe Robert Santurio

El reclamo llega desde las sierras, donde el polvo del balastro se mezcla con la paciencia gastada de los vecinos. A pocos días del cierre del plazo para presentar proyectos al Fondo Complementario del Programa de Caminos Rurales Productivos —que vence el lunes 17 de noviembre—, el edil del Frente Amplio por Rocha, Pablo Larrosa (lista 609), pidió a las intendencias de Maldonado y Rocha actuar en conjunto para no repetir un error que ya costó caro: dejar vencer los plazos para financiar el asfaltado de la Ruta 109.

Larrosa trasladó a la Junta Departamental la voz de los vecinos de esa zona fronteriza entre ambos departamentos, quienes desde hace años reclaman una ruta segura, transitable y con transporte público. “Esta carretera no es solo un camino rural —advirtió el edil—, es el eje de vida de cientos de familias, estudiantes y trabajadores que todos los días se juegan la integridad en un trazado peligroso y olvidado”.

La Ruta 109, que conecta Rocha con Aiguá, tiene 59 kilómetros de extensión, de los cuales apenas 8 están asfaltados. El resto, 51 kilómetros de balastro, serpentean entre serranías, pendientes y curvas cerradas, volviéndose un riesgo cotidiano. Más de 200 personas la transitan a diario, entre ellas niños y adolescentes que acuden a centros educativos rurales como La Colmena, o al Centro de Regeneración de Ambá, que cada año recibe más de mil visitantes.

El edil recordó que la falta de avances concretos —pese al consenso político previo— ha significado en el pasado perder fondos estratégicos para una región con fuerte potencial productivo y turístico.

 “No podemos seguir mirando para otro lado mientras se cierran las oportunidades. Esta es una decisión que marca el rumbo del desarrollo territorial”, sostuvo.

Además del impacto en la conectividad, el proyecto permitiría que el Ministerio de Transporte y Obras Públicas autorice una línea regular de transporte colectivo entre Aiguá y Rocha, algo que hoy no existe y que mantiene a comunidades enteras aisladas. En respuesta a una solicitud anterior, el propio MTOP condicionó esa posibilidad a la mejora de la infraestructura vial.

Los vecinos, mediante expedientes ingresados tanto en Rocha como en Maldonado y en el Municipio de Aiguá, insisten en que la ruta ha aumentado su tránsito, incluyendo camiones forestales y vehículos escolares. En más de una ocasión —advierten— se han suspendido clases por la imposibilidad de llegar a los centros educativos debido al mal estado del camino.

El reclamo de Larrosa no es solo un pedido administrativo. Es un llamado a la sensibilidad política. Porque mientras los plazos corren y los expedientes se acumulan, la Ruta 109 sigue siendo símbolo del país que se posterga a sí mismo: el Uruguay del interior profundo, donde el desarrollo se anuncia muchas veces tarde y la gente aprende a sobrevivir entre la esperanza y el barro.

“No actuar hoy sería renunciar al desarrollo compartido de una región que crece, que produce y que sueña con integrarse al país real”, concluyó el edil frenteamplista.

Autor: ROCHAALDIA.COM