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La DINARA anunció que desde el 14 de noviembre quedó sin efecto la prohibición de extraer, comercializar y transportar mejillones, almejas y berberechos en el departamento de Rocha, tras nuevos análisis técnicos que confirmaron condiciones seguras para el consumo. La medida había sido establecida mediante la Resolución Nº 312/2025, el pasado 24 de octubre, debido a presencia de marea roja. Las actividades quedan habilitadas nuevamente, mientras continúa el monitoreo permanente en la costa rochense.

La costa rochense recupera este mes una de sus actividades más emblemáticas tras la confirmación oficial de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (DINARA), que el 14 de noviembre levantó la veda que regía sobre la extracción, comercialización y transporte de mejillones, almejas y berberechos. La medida, que había generado preocupación entre pescadores artesanales, comerciantes y sectores vinculados al turismo gastronómico, había sido impuesta mediante la Resolución Nº 312/2025 del pasado 24 de octubre, luego de detectarse condiciones ambientales compatibles con la denominada marea roja.

La habilitación llega tras nuevos análisis técnicos en moluscos bivalvos extraídos en diferentes puntos del litoral costero de Rocha, cuyo resultado permitió descartar riesgos para el consumo humano. Según informó DINARA, las especies mencionadas “quedan nuevamente autorizadas con total seguridad sanitaria”, lo que supone un alivio para la cadena productiva local, especialmente en zonas donde la recolección constituye sustento directo de numerosas familias.

Si bien la reapertura se considera una noticia positiva, la autoridad responsable remarcó que el monitoreo continuará de forma permanente, dado que los fenómenos de floraciones algales nocivas son cíclicos y responden a múltiples variables climáticas, oceánicas y ambientales. En caso de detectarse cambios que impliquen riesgo, volverán a tomarse medidas de precaución.

La marea roja, aunque conocida desde hace décadas, sigue siendo un desafío ambiental y económico en zonas costeras como La Paloma, La Coronilla, Barra de Valizas y Punta del Diablo, donde tanto el consumo local como el turismo gastronómico encuentran en el mar una fuente de identidad cultural y comercial.

Mientras tanto, los trabajadores del sector comienzan a reorganizar tareas, reactivar puntos de extracción y ajustar acuerdos con compradores y locales de gastronomía ante la expectativa de una temporada estival que, según estiman operadores turísticos, podría encontrar un escenario más favorable que el proyectado hace apenas tres semanas.

La reapertura no solo devuelve actividad económica, sino también confianza: la idea de que el mar —cuando es cuidado y controlado— sigue siendo una oportunidad, no un riesgo. Y para Rocha, que vive entre dunas, arena y horizonte salino, esa diferencia es fundamental.

Autor: ROCHAALDIA.COM