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La Justicia de Rocha formalizó a dos hombres de 43 y 45 años por la presunta comisión de reiterados delitos de atentado violento al pudor y abuso sexual especialmente agravado, en un caso ocurrido hace una década en La Paloma. La denuncia fue presentada recientemente por una adolescente, acompañada de sus padres, ante la Seccional 11ª, señalando que los abusos se produjeron cuando era niña, en una vivienda vinculada a conocidos de la familia. Tras la investigación y las pericias dispuestas, la Justicia Letrada de 6º Turno de Rocha impuso prisión preventiva por 120 días a los imputados E.C.T.C. y L.D.S.C., mientras continúa la indagatoria.

La justicia rochense dispuso la formalización de dos hombres de 43 y 45 años por la presunta comisión de reiterados delitos de atentado violento al pudor y abuso sexual especialmente agravado, en un caso que reabre una herida silenciada durante años en la localidad de La Paloma, departamento de Rocha.

El proceso judicial se inició tras la denuncia presentada por una adolescente, acompañada de sus padres, el pasado mes de mayo en la Seccional 11ª de La Paloma. Según el testimonio de la víctima, los hechos ocurrieron hace aproximadamente diez años, cuando debía permanecer en la vivienda de un familiar cercano. En ese entorno, y aprovechando la relación de confianza existente, dos hombres —ahora formalizados— habrían cometido los abusos, uno de ellos en calidad de autor y el otro como coautor.

La denuncia motivó la intervención inmediata del Ministerio Público y la Justicia, que ordenaron una serie de pericias psicológicas y forenses, además de la recolección de pruebas y declaraciones. Durante el proceso, los acusados enfrentaron medidas cautelares por un plazo de 180 días mientras se avanzaba en la investigación.

Tras la valoración de las pruebas y los elementos reunidos, la Justicia Letrada de 6º Turno de Rocha resolvió la formalización de E.C.T.C. (43) y L.D.S.C. (45), imponiéndoles prisión preventiva por 120 días, medida que busca asegurar el curso de la investigación en tanto se profundiza la búsqueda de nuevos indicios y testimonios.

El caso se enmarca en un contexto nacional de mayor visibilización de los delitos sexuales y de avance en los mecanismos de denuncia y acompañamiento a víctimas, donde las demoras en romper el silencio —a menudo motivadas por el miedo o la presión social— continúan siendo una barrera significativa para el acceso a la justicia.

Aunque el proceso judicial recién comienza, la formalización representa un paso clave en la reparación simbólica de la víctima y en el reconocimiento institucional de la gravedad de los abusos sexuales cometidos contra menores de edad.

 

Autor: ROCHAALDIA.COM