El reloj de la negociación colectiva en Rocha marca una hora decisiva.
El intendente Alejo Umpiérrez puso sobre la mesa su “última oferta” salarial para los funcionarios municipales: un ajuste con el 100% del IPC y una partida “extraordinaria” no salarial que, en los hechos, equivale a poco más de veinte pesos diarios para los trabajadores de los grados más bajos.

En la vereda opuesta, ADEOM Rocha habla de “una burla institucional” y convoca a una asamblea general para el jueves 6 de noviembre. Allí, los trabajadores decidirán si aceptan la propuesta o si continúan la pulseada.

“Nos dicen que es la última oferta, pero lo que está en juego no es una cifra: es el respeto al trabajo municipal”, señaló el dirigente Nelson Alonso a Rochaaldia.com.

Un espejismo de aumento

La propuesta del Ejecutivo parece sólida en los papeles, pero débil en su contenido.
Establece un ajuste anual del 100% del IPC y adelantos cuatrimestrales a partir de 2026, pero los “aumentos reales” para los salarios más bajos —entre los grados 2 y 5— se darían a través de partidas extraordinarias no salarizadas.

Es decir, montos que no se integran al sueldo base, no generan derechos jubilatorios ni estabilidad futura.
En 2028 serían $200, en 2029 otros $100 y en 2030 $100 más. Todo ajustado por IPC.
Una mejora que, traducida a la vida real, apenas alcanza para un litro de leche al mes.

Para el sindicato, no es un incremento: es una dádiva simbólica.

El relato del Ejecutivo

Desde la Intendencia, el intendente Umpiérrez defiende la propuesta con cifras y tono de responsabilidad fiscal.
 

“El salario promedio municipal ronda los 73 mil pesos, hay casi 200 funcionarios que cobran entre 100 y 180 mil, y más de mil por encima de los 60 mil. No es viable un aumento indefinido; eso costaría seis millones de dólares”, explicó.

El jefe departamental asegura haber aceptado 21 de los 25 puntos de la plataforma sindical. Pero los números no siempre cuentan toda la historia.
El convenio vigente —fruto de años de negociación— garantizaba el 100% del IPC y un plus de recuperación salarial que, entre 2021 y 2024, significó un 5,68% acumulado de aumento real.
Ese componente desaparece de la nueva propuesta, y con él, una política que permitió a los trabajadores no perder frente a la inflación.

Lo que el Ejecutivo llama “sostenibilidad”, el sindicato lo traduce como “retroceso”.

La línea roja de ADEOM

El dirigente Nelson Alonso fue categórico:
 

“Hemos avanzado en muchos puntos, pero el tema salarial no colma las expectativas. La propuesta no respeta el mandato de asamblea, ni garantiza la recuperación de salario real”.

ADEOM Rocha recorrerá las bases en todo el departamento antes del jueves 6, cuando en la sede central se realice la asamblea definitiva.
“Serán los compañeros quienes decidan. Esto no es técnico, es político. Se trata de cuánto vale el trabajo municipal en Rocha”, sostuvo Alonso.

El Ejecutivo, mientras tanto, reitera que no habrá nueva oferta.
“Es la última propuesta”, fue la frase que encendió la mecha.

Palabras que incendian el debate

En medio del clima de tensión, las declaraciones del intendente Umpiérrez —que tildó al gremio de “glotones” y “mentirosos”— agudizaron la confrontación.
Lejos de apagar el fuego, las palabras encendieron un debate que ya excede lo contable.

Desde COFE, Jóselo López recordó que “la negociación colectiva no es una concesión política, es un derecho consagrado por ley y por convenios internacionales”.
Y agregó: “Cuando los salarios pierden frente a los precios, no se trata de una cuestión técnica, sino de justicia básica”.

Más que un salario: una señal social

En Rocha, más de mil familias dependen directamente del salario municipal.
El desenlace de esta pulseada marcará un antes y un después.
No solo para el sindicato, sino para la percepción ciudadana sobre el valor del trabajo público.

Porque detrás de los números hay una pregunta de fondo:
¿Es el salario un gasto a contener o una inversión en dignidad y servicio?

El jueves 6, los trabajadores decidirán si aceptan la propuesta salarial  o si enfrentan al Ejecutivo en un nuevo capítulo de conflicto.

Lo que está en juego ya no es una partida presupuestal: es el sentido mismo de la justicia laboral en Rocha.