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El picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus), una de las plagas más destructivas para las palmeras en el mundo, mantiene en alerta a las autoridades de Rocha. Si bien hasta ahora no se detectaron casos en el departamento, la Junta Departamental solicitó declarar la zona en “situación de complejidad sanitaria”, conscientes de que el insecto ya avanza en otros puntos del país.

En diálogo con La Nueva Radio Lascano, Mauro Beledo, coordinador departamental de la lucha contra el picudo rojo, explicó que se trabaja desde hace más de un mes en la construcción de un “cortafuegos sanitario”. La medida consiste en la eliminación preventiva de ejemplares de Phoenix canariensis (palmera canaria), la especie preferida por el insecto, en rutas y caminos vecinales.

“Ya llevamos más de 300 palmeras inyectadas con endoterapia. Es un proceso caro, delicado y experimental, pero necesario para no perder el patrimonio natural del departamento”, detalló Beledo.

La Intendencia de Rocha emitió un decreto que obliga a los privados a hacerse cargo de la eliminación o tratamiento de ejemplares en predios particulares. Mientras tanto, se coordinan acciones con los ministerios de Ambiente y Transporte, además de municipios vecinos, en un intento de frenar la plaga en las fronteras departamentales.

Beledo admitió que la principal preocupación es Minas, en Lavalleja, donde se detectaron focos activos y no existe un plan de control sostenido. “El bicho hoy no vuela, se transporta en camiones, cajas o vehículos. Nadie lo hace intencionalmente, pero así se propaga. Si llegara a Rocha, la única salida será eliminar palmera y bicho en el foco detectado”, subrayó.

El funcionario recordó que experiencias internacionales, como la de las Islas Canarias, demuestran la dificultad de erradicar el picudo rojo una vez instalado. “Se tardaron diez años en controlarlo en una isla. Imaginate lo que significa en un territorio abierto como el nuestro”, advirtió.

Rocha custodia un patrimonio singular: más de dos millones de palmeras butiá en su territorio, símbolo paisajístico y cultural del departamento. Si bien esta especie no es la preferida del insecto, los expertos advierten que un brote fuera de control podría alterar para siempre el ecosistema local.

“Rocha no tiene picudo, pero la amenaza está a la vuelta de la esquina. El desafío es proteger nuestro palmar antes de que sea demasiado tarde”, concluyó Beledo.

Autor: ROCHAALDIA.COM