La Junta Departamental de Rocha aprobó por unanimidad solicitar al Poder Ejecutivo y al Gobierno Departamental que se declare la emergencia sanitaria y ambiental por la amenaza del insecto conocido como Picudo Rojo. Esta plaga, que ya avanza en distintas zonas del país, pone en riesgo a los palmares de butiá y yatay, símbolos del paisaje rochense y del patrimonio natural del Uruguay. En paralelo, el Gobierno nacional, a través de Cancillería, inició contactos internacionales para coordinar estrategias de combate. Expertos uruguayos participaron de reuniones técnicas con instituciones de China y México, donde se analizaron alternativas químicas, biológicas y sostenibles, como el uso de hongos entomopatógenos.

La lucha contra el picudo rojo es más que un desafío fitosanitario: es la defensa de la biodiversidad y la identidad ambiental del país.

La Junta Departamental de Rocha resolvió de forma unánime solicitar al Poder Ejecutivo Nacional y al Gobierno Departamental la declaración de emergencia sanitaria y ambiental ante la inminente llegada al departamento del “Picudo Rojo”, insecto que ya afecta distintas zonas del país y que representa una amenaza directa para la flora local, en particular para los palmares de butiá.

La resolución, aprobada el pasado 2 de setiembre con 29 votos afirmativos, plantea la necesidad de adoptar medidas urgentes para minimizar los efectos de la plaga y proteger un ecosistema que forma parte del patrimonio natural e identitario de Rocha.

Una amenaza silenciosa

El Rhynchophorus ferrugineus, conocido como “picudo rojo”, es un coleóptero de la familia de los gorgojos que se instala en el interior de las palmeras y provoca daños irreversibles. La situación preocupa especialmente por el impacto que puede generar sobre especies nativas como el butiá y el yatay, que sostienen biodiversidad, turismo y hasta expresiones culturales vinculadas al paisaje.

Acciones a nivel nacional e internacional

En paralelo, el Gobierno uruguayo, a través de la Cancillería, ha intensificado contactos internacionales para fortalecer la respuesta al avance del insecto. El Ministerio de Relaciones Exteriores organizó dos videoconferencias técnicas —entre el 27 y 28 de agosto— con organismos de China y México, con el objetivo de intercambiar conocimientos sobre métodos de control químico, biológico y físico.

En la primera instancia participaron especialistas uruguayos junto a la Chinese Academy of Tropical Agricultural Sciences y el Hainan Forest Resources Monitoring Services, donde se abordaron estrategias de manejo y erradicación.

La segunda reunión, en tanto, fue coordinada con la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo y la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional (AUCI), y se centró en el uso de hongos entomopatógenos como alternativa biológica y sostenible frente al problema.

Patrimonio natural en riesgo

Con estas acciones, el país busca reforzar sus capacidades técnicas y enfrentar un desafío que excede las fronteras nacionales. La cooperación internacional se presenta como una herramienta clave en la preservación de los palmares, que no solo representan un recurso natural sino también un símbolo del paisaje rochense y de la biodiversidad del Uruguay.

La decisión política de Rocha de reclamar la emergencia sanitaria marca un punto de inflexión: la lucha contra el picudo rojo no es solo un asunto fitosanitario, sino una defensa del patrimonio ambiental y cultural de toda la región.