En tiempos donde la música uruguaya explora nuevos cruces y territorios sonoros, Italo Chitéra se planta con un proyecto tan arriesgado como necesario: “5 sueños de Atlántico y Rocha”. Una serie de canciones y videoclips que funcionan como postales de un departamento atravesado por la bruma marina, la murga y la memoria, pero que también dialoga con la modernidad urbana y digital.

En la costa este del Uruguay, donde la bruma del Atlántico se mezcla con los tambores de murga y el viento que sopla desde los médanos, un cantautor se propone redibujar el mapa musical. Italo Chitéra, rochense, regresa con un proyecto que no se parece a nada: “5 sueños de Atlántico y Rocha”, un viaje multimedia donde cada balneario se convierte en canción, videoclip y mito.

El primer capítulo, “Boceto en la Bruma”, estrenado en agosto y dedicado a La Paloma, marca el tono. El tema suena como si una murga de tablado hubiera decidido ensayar sobre un beat de funk carioca mientras un guitarrista callejero improvisa riffs eléctricos. El resultado no es un collage caótico, sino un pulso vivo que alterna entre la nostalgia popular y la experimentación digital.

Chitéra no se limita a componer canciones: construye universos visuales. Cada entrega viene acompañada de un videoclip donde avatares caricaturescos conviven con paisajes reales de Rocha. La estética recuerda a las revistas de historietas de los 70 y 80, pero filtradas por el glitch y la velocidad de los tiempos de TikTok. Es cómic musical, pero también crónica audiovisual de un departamento que respira arte en sus balnearios.

La propuesta abarca cinco escenarios:

• La Paloma – Boceto en la Bruma.
• La Pedrera – Susúrrame a tu manera (próximo estreno en septiembre).
• Cabo Polonio – Velas en Bidones.
• Punta del Diablo – Tiene Mar.
• Barra del Chuy – BR UY.

Más que un disco, es un mapa emocional. En “Susúrrame a tu manera”, por ejemplo, promete mostrar una faceta íntima y nocturna de La Pedrera, mientras que “Velas en Bidones” anticipa el caos poético del Cabo Polonio. Cada sueño es una postal sonora y visual, pero también una declaración de principios: Chitéra quiere que Rocha dialogue con el mundo desde su propio idioma.

Detrás del gorro de lana y los lentes oscuros, hay un artista que rehúye el molde del rockstar. Prefiere presentarse como un cronista de su tiempo, un músico que conecta el tambor de murga con la lógica del streaming global. “Este proyecto conecta tanto con la nostalgia popular uruguaya como con la exploración digital”, repite en entrevistas y redes, y esa frase resume bien su ambición: tender un puente entre lo local y lo universal.

En tiempos donde la industria musical parece repetirse en fórmulas seguras, Chitéra elige el riesgo. Su música es híbrida, imperfecta, pero vibrante. Y ahí radica su atractivo: en la sensación de estar frente a un artista que, desde Rocha, se atreve a inventar un género propio.

“5 sueños de Atlántico y Rocha” no es solo una obra musical: es la prueba de que la identidad puede reinventarse sin perder raíces, y de que el Atlántico uruguayo todavía tiene mucho que cantar.

Este proyecto conecta tanto con la nostalgia popular uruguaya como con la exploración digital. Y ese parece ser su mayor hallazgo: tender un puente entre el Atlántico de Rocha y el mundo, entre la murga del barrio y el streaming global.