El intendente interino de Rocha, Valentín Martínez, no ocultó su malestar. Apenas minutos después de que ADEOM Rocha lanzara un mensaje directo y desafiante en conferencia de prensa —“No aceptaremos perder poder adquisitivo ni financiar cargos políticos”—, el jerarca convocó a los medios para responder. El gesto, inusual en la agenda departamental, confirma que la negociación colectiva entró en un terreno de confrontación abierta.

El sindicato marca la cancha

La chispa que encendió el enojo de Martínez fue la denuncia del gremio sobre lo que califican como una contradicción del Ejecutivo: por un lado, rechazar la propuesta sindical de proyectar el Índice de Precios al Consumo (IPC) para mantener el salario real de los funcionarios; por otro, incrementar cargos de confianza y direcciones políticas.

“No estamos dispuestos a tener pérdida de poder adquisitivo por cinco años”, señaló la directiva de ADEOM, que además advirtió: “El salario municipal no financiará cargos políticos ni empresas tercerizadas”.

Una pulseada que puede escalar

Las declaraciones no cayeron en saco roto. Según fuentes de la administración, el tono del sindicato fue recibido como un intento de “radicalizar” la negociación. Pero ADEOM insiste en que la respuesta oficial fue una “negativa absoluta” y prepara una asamblea general para definir medidas en los próximos días.

El sindicato subraya que la economía de Rocha depende del salario de sus funcionarios y que una pérdida de poder adquisitivo sostenida impactará directamente en el comercio y la vida del departamento.

Escenario incierto

Por ahora, el gremio mantiene la puerta del diálogo abierta en el ámbito bipartito. Sin embargo, la tensión política y sindical parece haber tomado velocidad propia. Con el enojo del intendente interino como telón de fondo, el conflicto amenaza con convertirse en uno de los puntos más calientes de la agenda departamental.