Escuchar artículo

Con la presencia del exintendente Irineu Riet Correa, su hija Carolina Riet y el dirigente Eduardo Pereyra Chury, una delegación rochense participó de la tradicional cabalgata nacionalista. El evento, que recuerda la figura de Aparicio Saravia, se consolidó como un espacio de reafirmación identitaria y de debate político hacia el futuro del Partido Nacional.

La historia y la política volvieron a encontrarse este fin de semana en Masoller, el escenario que en 1904 vio caer herido de muerte al caudillo blanco Aparicio Saravia, figura icónica del nacionalismo y símbolo de la defensa de la Constitución y la libertad. Allí, como cada año, se desarrolló la tradicional Marcha a Masoller, que en este 2025 celebró su 20ª edición, congregando a jinetes y militantes de todo el país.

Entre las columnas de caballos y banderas blancas destacó la delegación rochense, encabezada por el dos veces intendente Irineu Riet Correa, acompañado por su hija Carolina Riet, y el dirigente y sindicalista Eduardo Pereyra Chury. Su presencia fue leída en clave política como un gesto de unidad y compromiso con las raíces históricas del Partido Nacional en Rocha, en un año donde las tensiones internas y la construcción de liderazgos departamentales comienzan a perfilar el escenario electoral.

La Marcha a Masoller no es solo un homenaje al pasado: se trata también de un espacio de encuentro y reflexión sobre el presente del nacionalismo. En la explanada donde Saravia dejó su última huella, los discursos recordaron que “los valores de libertad, justicia y respeto a la Constitución” siguen siendo el eje de la identidad blanca, más de un siglo después.

La figura de Saravia, convertida en mito político, funciona como un puente entre la tradición y los desafíos actuales. La participación de dirigentes rochenses en este vigésimo aniversario refuerza la idea de que la memoria no es estática, sino una herramienta para repensar la acción política en tiempos de cambio.

En Rocha, donde la política se respira con intensidad, la imagen de los referentes locales cabalgando rumbo a Masoller se interpreta también como un mensaje hacia dentro y hacia fuera del partido: mantener viva la herencia blanca y, al mismo tiempo, preparar el terreno para la disputa de los próximos años.

Autor: ROCHAALDIA.COM