En lo que va de 2025, 36 uruguayos han perdido la vida en accidentes laborales. La cifra golpea con crudeza: cada diez días un trabajador muere en funciones, y si se suman los accidentes de tránsito ocurridos en horario laboral, el promedio asciende a una muerte por semana. Mientras tanto, más de 40.000 incidentes laborales son registrados cada año en el país, lo que convierte a la seguridad laboral en una cuestión de vida o muerte.

En este escenario, Rocha al Día mantuvo una entrevista exclusiva con Jacinto de la Cuerda, integrante de la Secretaría de Salud Laboral del PIT-CNT, quien participó en la reciente jornada de capacitación organizada por ADEOM Rocha junto al Instituto Cuesta Duarte. Sus palabras son tan duras como necesarias: “Detrás de cada trabajador hay una familia. Cuando no hay casco, chaleco o botas, no estamos hablando solo de condiciones de trabajo; estamos hablando de vidas que pueden truncarse y de hogares que quedan devastados”.

Una realidad que se repite

—¿Por qué insiste en que este es un problema nacional y no solo sindical?

“Porque los números lo demuestran. Cada año tenemos más de 40.000 accidentes y decenas de muertes que podrían evitarse. Esto no es un tema puntual ni exclusivo de un sector: atraviesa a todo el mundo del trabajo. Y si a eso le sumamos los accidentes de tránsito en horario laboral, hablamos de una muerte por semana. La seguridad laboral tiene que estar en el centro de la agenda del país”.

Capacitación y prevención

De la Cuerda subrayó el valor de la iniciativa de ADEOM Rocha, que comenzó a conformar una Comisión de Seguridad Laboral con delegados capacitados.
“Estamos recorriendo el país con instancias de sensibilización y capacitación. Lo importante es que cada sindicato tenga delegados de salud formados, que sepan cómo actuar, cómo prevenir y cómo evitar tragedias. Lo de Rocha marca un ejemplo: no en todos los departamentos se está tomando el tema con la seriedad que requiere”.

La deuda de las instituciones

El dirigente explicó que a nivel nacional existe la CONASAB, un consejo tripartito donde participan el Ministerio de Salud Pública, el Banco de Seguros del Estado, la Inspección General del Trabajo, las Cámaras Empresariales y el PIT-CNT. Allí se definen políticas, pero —advirtió— muchas veces esas resoluciones “no bajan a tierra”.
“Podemos tener lineamientos nacionales, pero si en cada intendencia o en cada sector no hay comisiones bipartitas que lo apliquen, todo queda en el papel. Y eso es lo que debemos cambiar”.

La familia como eje

El cierre de su reflexión fue tan humano como contundente:

“Si un trabajador, va a cumplir con su tarea. Pero si no tiene casco, chaleco o botas, se está jugando la vida. Quizá piensa en el dinero que gana, pero la pregunta es: ¿Qué pasa con mi familia si yo falto? Todos queremos volver a casa, abrazar a nuestros hijos y disfrutar de nuestra familia. Eso es lo que está en juego”.

Un compromiso que debe ser colectivo

La entrevista con De la Cuerda revela que la seguridad laboral no es un asunto secundario ni burocrático. Es, en sus palabras, “patrimonio de todos los trabajadores”, una causa que exige la responsabilidad compartida del Estado, los empleadores y los sindicatos.

Rocha, con su comisión sindical recién fortalecida, puede transformarse en un faro que ilumine al resto del país. Porque más allá de cifras y estadísticas, lo que se reclama es simple y profundo: el derecho a trabajar y volver vivo al hogar.