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El nacimiento de la coalición de derecha en Rocha: una jugada estratégica impulsada por Humberto Alfaro

Por Robert Santurio

El nacimiento de la coalición de derecha en Rocha: una jugada estratégica impulsada por Humberto Alfaro

Por Robert Santurio

El 5 de diciembre de 2019 marcó un punto de inflexión en la política de Rocha. Lo que comenzó como una reunión discreta en el Estudio Jurídico Notarial del Este se transformó en una jugada maestra que cambió el tablero político departamental. Este movimiento estratégico, liderado por el Dr. Humberto Alfaro, dirigente clave del Partido Nacional, sentó las bases para una coalición que no solo unió fuerzas, sino que logró romper con 15 años de hegemonía del Frente Amplio en Rocha.

La visión estratégica de Alfaro: un paso adelante

La génesis de esta coalición comenzó en los días posteriores al balotaje presidencial del 24 de noviembre de 2019, en el que Luis Lacalle Pou resultó vencedor. Consciente del impacto nacional, Alfaro entendió que replicar la fórmula ganadora a nivel departamental sería esencial para asegurar el triunfo en Rocha. Pero Alfaro no solo pensaba en el presente; su mirada estaba puesta en el futuro, en construir una fuerza política que pudiera competir de manera efectiva con el Frente Amplio.

Los días 25 y 26 de noviembre fueron cruciales. Alfaro, preocupado por el escenario electoral, convocó a los principales líderes del Partido Nacional en el departamento. La primera reunión, que duró apenas 60 minutos, fue suficiente para generar consenso. Entre los asistentes se encontraron figuras de peso como Alejo Umpiérrez, Milton Corbo (Lista 404), José Carlos Cardoso, Leticia Méndez (Lista 71) Carlos Tarabochia y Sebastián Pintos (Lista 4040) José Luis Molina y María Inés Rocha (Lista 2004) Alem García y Humberto Alfaro (Lista 880). 

Todos coincidieron en la necesidad de oficializar la coalición y presentarse bajo el lema del Partido Nacional, pero con una estrategia que contemplara tres candidaturas a la intendencia.

Las negociaciones: un camino lleno de tensiones

El acuerdo no fue sencillo. Las reuniones continuaron, y  al año siguiente  se sumaron representantes del Partido Colorado y de Cabildo Abierto, Partido Independiente y De La Gente.  A pesar de la resistencia inicial del Partido Colorado, Alfaro persistió en su visión. La negociación estuvo marcada por tensiones, pero finalmente, la luz verde llegó gracias a líderes como Eduardo Piriz, quien defendió el acuerdo como una oportunidad para fortalecer su partido sin perder identidad.

Piriz resumió el sentimiento que unió a las fuerzas políticas: “Lo que nos motivó a formar parte de este acuerdo fue la posibilidad de participar sin perder nuestra esencia”.

Un triunfo histórico

La coalición, finalmente consolidada, enfrentó las elecciones departamentales con una estrategia unificada. El resultado fue contundente: una victoria por 1.366 votos que desbancó al Frente Amplio y puso fin a su dominio de 15 años en Rocha. Este triunfo no solo fue una victoria electoral, sino también un testimonio del poder de la estrategia y la visión política.

La política como arte de la construcción colectiva

La movida impulsada por Humberto Alfaro en Rocha no fue solo un acto estratégico, sino una lección de liderazgo y visión política. En un escenario marcado por la fragmentación, Alfaro entendió que el poder no reside únicamente en las mayorías individuales, sino en la capacidad de consensos articulares. Su iniciativa demostró que la política efectiva es aquella que construye puentes y no muros, que prioriza el diálogo sobre el conflicto.

El verdadero legado de Alfaro radica en haber comprendido que el éxito electoral no es solo cuestión de números, sino de voluntades alineadas hacia un objetivo común. En tiempos donde la polarización domina el discurso, su esfuerzo por reunir fuerzas diversas bajo una misma causa es un recordatorio de que la unidad puede ser una herramienta transformadora.

La coalición en Rocha es un testimonio de que el cambio es posible cuando las diferencias se convierten en fortalezas y no en obstáculos. Alfaro, con su visión a largo plazo, dejó en claro que la política no se trata solo de ganar elecciones, sino de construir futuro. Su legado no es solo el triunfo electoral, sino el ejemplo de cómo el liderazgo audaz y el compromiso con el diálogo pueden marcar la diferencia en el rumbo de una comunidad.

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